Algodonera Avellaneda: el juez criticó la actitud pasiva de la empresa y el gremio pidió la intervención

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En el auditorio del palacio de Tribunales de Reconquista se sustanció la audiencia convocada por el juez Fabián Lorenzini en el marco del expediente en que se tramita el concurso de acreedores de Algodonera Avellaneda, la firma textil de Vicentin SAIC.

Los directivos de la concursada Dionisio Moschén y Héctor Vicentin presentaron un informe económico-financiero integral a instancias del magistrado y, a su vez, trabajadores y acreedores plantearon las realidades que conlleva el proceso iniciado a fines de 2024.

Desde la empresa se volvió a transitar por el sendero de la caída de la actividad en el sector, la falta de materia prima de calidad, la ausencia de fasones, la necesidad de reducir el costo laboral y la imposibilidad de acceder a financiamiento por la crisis propia que enfrenta y debido a ser industria del conglomerado de Vicentin SAIC, en default desde enero de 2020.

La contraparte de la patronal estuvo representada por el secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT) Reconquista, Juan Carlos Bandeo, quien no ahorró críticas a la conducción empresaria y reclamó garantías para los puestos de trabajo.

El dirigente advirtió que, mientras se habla de planes de pago y posibles remates de la firma hacia fin de año, los trabajadores continúan en una situación de incertidumbre: “Supongamos que aceptemos este plan hasta diciembre, ¿Qué pasa después? ¿Seguimos con lo mismo? ¿Recibiendo sueldos atrasados? No hay nadie que controle ni que informe dónde va el dinero”, señaló.

El sindicalista cuestionó las “malas administraciones” y recordó que la empresa está siendo investigada por la Justicia: “Esta empresa se compró en el año 2000 y en 25 años nunca dijeron tener ganancias. ¿Qué empresario sostiene una empresa tanto tiempo sin ganar? Eso no cierra. Hubo ganancias y no se previó esta situación”, enfatizó.

Continuidad laboral

También denunció que la firma pretende pagar el aguinaldo en seis cuotas, lo que calificó de inaceptable. “Un trabajador textil gana en promedio 800 mil pesos por mes. ¿Cómo le vamos a aceptar que el aguinaldo lo paguen en seis veces? Además quieren aplicar el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo para despedir con el 50 % de la indemnización y pagar en cuotas. Eso es un atropello”.

El gremialista remarcó que la planta se encuentra funcionando a menos del 40 % de su capacidad, en un contexto de crisis de la industria textil agravado por la apertura de importaciones. Sin embargo, responsabilizó directamente a la administración local porque “hay fasoneros que quieren trabajar, pero no con esta conducción. Lo que pedimos es que se garantice la continuidad laboral y se controle la gestión de la empresa”.

Finalmente, Bandeo expresó la preocupación más urgente de los trabajadores: “Queremos saber si el lunes podemos entrar a trabajar, si nos abren el portón de la fábrica y si vamos a cobrar la quincena. Porque las familias dependen de eso y hoy lo único que hay es deuda tras deuda”.

Morosidad y corte

Los representantes de las empresas prestatarias del servicio eléctrico coincidieron en reclamar que AA honre sus deudas. Solo con la EPE, la textil mantiene una deuda cercana a los 2 mil millones de pesos. La distribuidora santafesina al igual SECHEEP (Servicios Energéticos del Chaco Empresa del Estado Provincial) y EDESE (Empresa Distribuidora de Electricidad de Santiago del Estero S.A.) adelantaron que suspenderán a la mínima expresión el suministro y emplazaron a la algodonera a presentar un plan de pagos creíble y sostenible, que deberá acogerse a los condiciones vigentes para el cobro de morosos.

Patricio Ternavasio, apoderado de la EPE, recordó que “antes de la apertura del concurso, la empresa había curado una deuda importante y la convertía en la deuda más importante de la empresa. Y se le dio una financiación extraordinaria, el directorio pidió una reducción de tasas, se le dio. No alcanzaron a pagar ninguna cuota y entraron al concurso”.

El abogado dijo que “toda esa deuda, todo ese esfuerzo que hizo la Empresa Provincial de la Energía está admitida en la verificación del concurso”, y detalló que AA debe “todo junio, todo agosto, todo septiembre. Esto se informó al juzgado en su oportunidad. La deuda, al 19 de septiembre, valor histórico, sin intereses moratorios, es de 1900 millones de pesos”.

En esa línea, mencionó que el envió de una notificación a la empresa que “tenía cinco días para presentar un plan de regularización de esa deuda. No, no lo hizo. Y hoy vengo con el mandato de informar que el directorio de la empresa va a darles 72 horas a partir de esta audiencia para que presente un plan de pago que se ajuste a la normativa de la empresa”.

“Ya no excepciones, ya no más plazos, ya no más tasas diferentes. Bajo apercibimiento de que si no se recibe esa propuesta antes del miércoles, el miércoles sería, el jueves la empresa va a interrumpir el suministro”.

Riesgo de lockout 

Por su parte, el abogado de la Asociación Obrera Textil (AOT), Sebastián Spillet, brindó declaraciones tras la audiencia convocada por el juez Fabián Lorenzini. El letrado representa a unos 400 trabajadores que dependen de la empresa, actualmente en concurso preventivo.

El profesional calificó la audiencia como “buena”, aunque lamentó que llegó “tarde”: “Hubiese sido ideal que se convoque antes. Estamos al límite para garantizar lo mínimo indispensable: los servicios públicos. Desde el lunes la empresa corre riesgo de quedarse sin energía porque las distribuidoras confirmaron el corte por falta de pago”.

El abogado remarcó que la firma ya comunicó que no abrirá las puertas el próximo lunes, lo que implica un escenario de lockout patronal ya denunciado en el Ministerio de Trabajo. “La empresa dijo que va a intentar pagar el 50 % del salario. Un sueldo textil ya de por sí deprimido, reducido a la mitad, es prácticamente nada”, señaló.

“Esto no es solo una cuestión de números, también de equidad. No puede ser que el esfuerzo lo hagan siempre los trabajadores. Los accionistas siguen percibiendo dividendos, y esos dividendos son dinero que sale de la empresa”, denunció Spillet, que además subrayó que los trabajadores ya vienen soportando sacrificios con reducciones horarias y salariales.

Deudas millonarias y falta de seguro

Durante la audiencia también se ventiló la magnitud de la deuda de la firma: 2 mil millones a la Empresa Provincial de la Energía (EPE), obligaciones impagas en Chaco y Santiago del Estero, falta de cobertura de seguro contra incendio en una planta que funciona con maquinaria nueva adquirida en 2017 y una hipoteca del Banco Nación, heredada del Grupo Vicentin, en ejecución judicial.

“Estamos hablando de una hilandería que funciona con riesgo de incendio y sin seguro. Es insostenible. Además, con la espada de un posible remate en diciembre por incumplimiento hipotecario”, advirtió el abogado.

Pedido de intervención 

Spillet adelantó que la próxima semana la AOT presentará un escrito solicitando la intervención de la empresa. El abogado indicó que “queremos que se conozca quiénes son los accionistas de Algodonera Avellaneda y que se los obligue a aportar capital. Esta empresa les dio dividendos durante años, es hora de que hagan un esfuerzo real. No se puede pedir sacrificio a los trabajadores y a los acreedores, mientras los accionistas siguen sin poner un peso”.

Finalmente, insistió en que la continuidad laboral debe ser garantizada y que la salida a la crisis requiere transparencia, control y compromiso de todos los sectores.

Punto de quiebre

Para cerrar la ronda de posturas, el juez tomó la palabra para amonestar la actitud pasiva del directorio de AA. Lorenzini afirmó que “la iniciativa tiene que partir de la empresa”, con propuestas para sobrellevar el concurso. “Nosotros podemos colaborar con mejorarlas, garantizar la tutela judicial, pero la iniciativa tiene que ser de la empresa”. Asimismo, insistió con la alternativa de vender activos, como la sede en CABA. Los directores de la industria venida a menos propusieron la venta o alquiler de una de sus desmotadoras. De aquí en adelante se abre un periodo incierto, que de no hallarse una solución de fondo a la problemática podría derivar en la quiebra empresaria.