La interminable saga del concurso preventivo de Vicentin SAIC registró hoy un recrudecimiento cuando empleados de la firma defaulteada volvieron a manifestarse frente a la sede tribunalicia de Reconquista.
En mayor cantidad que en la movilización del martes, con una estatuilla de la Virgen sobre una bandera argentina colocada en la explanada del palacio judicial, con redoblantes y a viva voz, volvieron a cargar las tintas contra el juez Fabián Lorenzini por habilitar el periodo de concurrencia -“cramdown”-, por la reciente novedad de haber rechazado un pedido de la empresa para suspenderlo, y formularon una solicitud expresa a la Cámara de Apelaciones para que revea las medidas.
“Ayer a la tarde nos enteramos que el juez Lorenzini rechazó ese pedido, por lo tanto, el ‘cramdown’ avanza. Ya desde el día lunes, comenzó a correr el plazo de los 10 días que tenemos para que la empresa se presente con una propuesta. La empresa que se presenta tiene cumplir determinados requisitos, tener 800 millones de dólares, tener unas espaldas enormes atrás”, contó, con marcada preocupación María del Mar Moschén, trabajadora del Complejo Avellaneda.
En diálogo con los medios apostados en el lugar, describió el clima de tensión que se vive tras el decisorio del magistrado civil y comercial: “Hoy ya son 4 días y ninguna se presenta, es hasta el viernes de la semana que viene. El día lunes (1 de octubre) se bajan las persianas del complejo Vicentin Avellaneda y del Puerto San Lorenzo. Entonces, nosotros el día 2 no cobramos los sueldos, nos quedamos todos sin trabajo, siendo que el complejo Vicentin Avellaneda, en estos momentos, tiene resultados económicos positivos”.
La mujer inquirió: “¿Cómo vamos a cerrar un complejo que está trabajando con todos sus empleados adentro? No ha sido nadie despedido. Tenemos fazoneros, tenemos semillas para trabajar de los fazoneros hasta enero, que es hasta donde los socios estratégicos se comprometieron por ahora con los contratos y después piensan extenderlos”.
Homologación
Al hablar en nombre de sus pares, sostuvo que “queremos que la Cámara revea la decisión del doctor Lorenzini. La empresa está haciendo un gran esfuerzo para sostener a los trabajadores, a los empleados. La empresa está haciendo un gran esfuerzo para sostener a los más de 1.800 trabajadores que hay en el sur, que están todos en sus casas, en estos momentos, cobrando sus sueldos”.
“Casi un millón de dólares por mes son los sueldos del Complejo Vicentin Avellaneda. No estamos hablando de una moneda. Entonces, la homologación era la mejor decisión que podía tomar”, indicó.
Por otro lado, dijo que “no hay semilla, no hay granos. Digamos, ¿cómo va a seguir esto? Imposible. Únicamente con estos socios que nos están acompañando hasta ahora, hace más de tres años ya. Por eso pedimos que la Cámara se ponga en marcha, que revea esta decisión que ha tomado el doctor Lorenzini y le indique homologar” el acuerdo.
Moschén agradeció el acompañamiento de empleados fuera de convenio, de los empleados sindicalizados, de la sociedad en general, de entidades y de “mucha gente que sabe lo que se viene si se baja la persiana del complejo Vicentin Avellaneda”, que da trabajo directo a 350 familias.
Para culminar, insistió con que “la homologación era la solución. Vicentin, hace más de un año que consiguió el apoyo de los acreedores y de los bancos internacionales. No entendemos la decisión del doctor Lorenzini, y le pedimos a la Cámara que revea la decisión que ha tomado. Eso es lo que estamos pidiendo. Humildemente y con mucho respeto”.