Por Dario Schueri – Desde Santa Fe.
A pedido del radicalismo, el socialismo recibió a la cúpula presidida por Felipe Michlig en su casa de Rosario. Comenzó el andamiaje del futuro “frente de frentes”. Luego los radicales visitaron a Pablo Javkin.
“Como las familias que se juntaron después de la pandemia”, metaforizó Rubén Galassi la reunión mantenida con los radicales haciendo notar el vínculo que los sostiene desde hace 30 años.
Los “correligionarios”, sin negar el afecto político y humano con los hombres de la rosa, fueron a lo concreto: “Hablamos de los temas que nos preocupan en la provincia, la institucionalidad, y por supuesto en cómo empezar a desandar el camino que nos permita organizar un frente potente, nuevo, para ser competitivos, y para ello convenimos en trabajar en un programa de gobierno que sintetice lo que buscamos para gobernar”, resumió el presidente Felipe Michlig.
De todos modos, desde el socialismo también difundieron su parecer institucional de la reunión: “Planteamos la defensa de los gobiernos locales, discutir un plan de seguridad y avanzar en la reforma constitucional”.
Rubén Galassi se adentró en meandros políticos: “Fue un paso con espíritu frentista, pero queda un camino largo de construcción de propuestas antes de empezar a definir candidaturas”.
Y ahí es donde periodísticamente advertimos cierto sesgo asincrónico, cuando recordamos que Michlig señaló que en la construcción del nuevo frente, “cada uno tiene sus tiempos”, en referencia al socialismo.
Lo que nadie dirá en público
Según pudimos reconstruir con fuentes veladas y anónimas de la juntada “iniciática” radical-socialista que duró unos cincuenta minutos, cuando Michlig habla de los “tiempos”, habría que agregarle también las prioridades, pues mientras ellos ya largaron la campaña Pullaro Gobernador, y quieren ir definiendo posiciones para mediados del invierno, el socialismo habla de reformar la Constitución –entre otras cuestiones en las que coinciden los radicales- y dilata para fin de año las definiciones electorales.
Concuerdan por ejemplo con el socialismo en la elaboración de un programa de gobierno, que debería estar redactado para dentro de un par de meses, a los fines de someterlo a consideración de las otras fuerzas políticas que eventualmente conformen la futura alianza.
Sobre la reforma constitucional, los radicales quisieran abordarla recién en el 2024, porque “no se advierten liderazgos concretos ni ordenadores del proceso, ni siquiera entre quienes presentaron los hasta ahora seis proyectos”, razonan.
Javkin estará adentro
Con el intendente de Rosario y líder de CREO Pablo Javkin, la reunión duró dos horas y media y, según cuentan, fue más “descontracturada” que con el socialismo. Dentro de ese marco de cordialidad, Javkin no dudó “enfáticamente” en formar parte del nuevo frente, aunque sin disimular ciertos recelos por algunos actores (el PRO) que jugarán en la futura alianza, de la cual sí todos acuerdan que tendrá nombre propio.
Los radicales aprovecharon para dejarle en claro al intendente rosarino y excorreligionario, que ellos pertenecen a una coalición nacional, y como tal tienen sus compromisos preexistentes.
Las reuniones del radicalismo continuarán con el PDP (que en la última elección nacional jugó dentro del FPCyS) y otras expresiones políticas: “Todas las puertas están abiertas”, sintetizaron.