Con el peronismo dividido, dos listas se anotaron para competir en las Paso en Santa Fe

COMPARTIR

Apoyados por Perotti y Cristina, Lewandowski y Sacnun serán precandidatos al Senado; Rossi-Rodenas, la apuesta de Alberto Fernández.

Pese a la línea que bajó el comando central del Frente de Todos de sellar lista de unidad en todas las provincias, el peronismo santafesino finalmente presentó dos listas para las Paso: una, auspiciada por el gobernador Omar Perotti y la vicepresidenta Cristina Fernández; la otra, respaldada por el presidente Alberto Fernández.

Referentes de los distintos sectores del PJ santafesino y sus aliados terminaron de inscribir ambas nóminas. La lista impulsada por el gobernador llevará como fórmula al Senado al senador provincial Marcelo Lewandowski, perteneciente al espacio de María Eugenia Bielsa, y la senadora nacional María de los Angeles Sacnun, integrante del núcleo de confianza de Cristina Fernández de Kirchner. En la cabeza de la boleta de Diputados aparecerá el armador político y reemplazante de Perotti cuando el ex intendente de Rafaela llegó a la Casa Gris: Roberto Mirabella. Lo secundará Magalí Mastaler, de La Cámpora.

Un detalle curioso es que el gobernador se anotó como senador suplente. Sin reelección en 2023, Perotti podría volver al Congreso si Lewandowski gana la interna y la banca, y en dos años continúa su carrera ascendente en un Ejecutivo: el Palacio de los Leones o la Casa Gris. Por ahora es futurología, pero es un escenario posible.

La otra lista llevará como fórmula para la Cámara alta al ministro de Defensa Agustín Rossi y la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que tributa al Nuevo Espacio Santafesino. El primer lugar de la nómina para la Cámara baja era para el concejal rosarino Eduardo Toniolli, referente del Movimiento Evita. El segundo es para María Luz Rioja, del espacio de Rossi.

Los suplentes para el Senado serán el jefe del bloque del PJ en la Cámara de Diputados de la provincia, el rossista Leandro Busatto, y la diputada provincial Lucila De Ponti, del Evita.

Desde el miércoles por la tarde, cuando Perotti se reunió en Casa Rosada con Santiago Cafiero y Eduardo Wado de Pedro, la rosca tomó un ritmo vertiginoso. Encuestas en mano, el jefe de Gabinete y el ministro del Interior le plantearon al gobernador que Mirabella no despegaba en las encuestas y que sostenerlo llevaba la estrategia electoral del Frente de Todos a zona de riesgo.

También le remarcaron que para el presidente el mejor candidato para traccionar votos para el peronismo en Santa Fe era -y es- Rossi.

Con el tic tac del reloj electoral cada vez más intenso, Perotti buscó apoyos en los otros jefes del Frente de Todos: Sergio Massa y Cristina Kirchner. Luego de tallar un acuerdo con la vicepresidenta —interesada seguramente en sostener a Sacnun en el Senado— el gobernador accedió a rearmar su esquema y movió a su delfín al cuerpo derecho de la boleta.

Rossi también jugó: reforzó la alianza —que se remonta tiempo atrás— con el NES comandado por el senador Armando Traferri y convocó a Rodenas. El viernes, el ex jefe de bloque del Frente para la Victoria en los años dorados del kirchnerismo subió a sus redes sociales una foto con la ex jueza penal y un texto teledirigido al búnker perottista: “Nos unimos para frenar a Macri. Unámonos para defender a Santa Fe. #SantaFeDePie”.

Ya no había vuelta atrás. Sin embargo, durante el sábado circularon versiones de todo tipo. Todas iban en el mismo sentido: que la lista Rossi-Rodenas finalmente se bajaba.

En comunicación con La Capital el diputado nacional Germán Martínez, referente de La Corriente, pidió quitarle dramatismo a que no se haya podido lograr una lista única y evitar las lecturas binarias. “En las dos listas habrá funcionarios del gobierno provincial, kirchneristas y rosarinos y santafesinos”, indicó.

Apoyos

Tras el acto encabezado ayer por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, Sergio Massa se comunicó con Agustín Rossi y le transmitió que el Frente Renovador jugará en su lista: el diputado provincial Oscar Cachi Martínez estará tercero en la lista para diputados nacionales.

“La unidad en la diversidad a veces permite que se construyan consensos, y sino siempre está la vía democrática”, sostuvo Martínez. Y deslizó: “En su momento Sergio me dio instrucciones de jugar por adentro y hay que seguir apostando a eso. Las visiones hegemónicas le hicieron mucho daño al justicialismo”.

En la vereda de enfrente se mostraron sorprendidos por la competencia. “No deja de ser una interna curiosa”, dijo Lewandowski a este diario. Y agregó: “Si no hay coincidencias habrá que ir a las Paso, pero cuando el peronismo fue unido le fue bien. Ahora que la gente elija, y que se cumpla la frase peronista de que «el que gana conduce y el que pierde acompaña»”.

Con derrotas descontadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, y un panorama más favorable en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe es un distrito grande clave para el gobierno. En la tierra donde el peronismo estuvo doce años en el llano el FdT podría retroceder en la elección del Senado, donde pone en juego las dos bancas de la mayoría obtenidas en 2015, y podría sostener o avanzar casilleros en Diputados, donde logró en 2017 tres de los nueve escaños en disputa.

Cristina acordó con Perotti que la senadora María de los Angeles Sacnun vaya en el segundo lugar de la lista para la Cámara alta

Impacto político

La competencia que afrontará el peronismo santafesino plantea varios interrogantes inquietantes de cara al futuro. Por ejemplo, si las Paso soldarán las distintas partes de la maquinaria política del oficialismo o bien profundizarán las tensiones, el vínculo entre la Casa Gris y la Casa Rosada en medio de una de las peores crisis de la historia argentina, y la relación entre el presidente y la vice, que ayer compartieron acto en la localidad bonaerense de Escobar y buscaron escenificar la unidad de la coalición.

Otra incógnita no menor es cómo repercutirán las tensiones en la gestión de Perotti y el entramado institucional de la provincia, ya golpeado. El primer año y medio del PJ en el poder tras tres gobiernos socialistas fue turbulento. Además de la pandemia, el estilo de conducción del ex alcalde de la Perla del Oeste —cuestionado las otras tribus peronistas como muy cerrado y poco generoso con sus socios— generó chispazos con otros sectores del PJ, especialmente con los senadores que se convirtieron en un factor de gobernabilidad, sobre todo durante los mandatos de Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.

En La Corriente —que tiene a un hombre de su espacio, Roberto Sukerman, al frente de la estratégica cartera de Gobierno— aseguran que la interna no impactará en la marcha de la administración Perotti. “La gestión va a seguir como hasta hoy, nuestros compañeros van a seguir integrando el gabinete; tenemos la posibilidad de dar un salto institucional, atravesando las tensiones”, dice un integrante de la mesa chica del ministro de Defensa.

Proscripción

No obstante, en el rossismo plantean que al aceptar que Mirabella migre a Diputados Perotti blanqueó que el problema, en el fondo, era el ministro. “Hay un intento de proscripción política del principal socio”, disparan.

En la libreta tienen anotados varios ítem más: su aporte a la campaña del gobernador (cuando ideológicamente podían estar más cerca de María Eugenia Bielsa), su apoyo al gabinete —sobre todo al incendiario Sain—, incluso el aporte con recursos de Defensa al combate a la pandemia, cuando la disponibilidad de camas trepó a un nivel crítico. Igual, un dirigente de La Corriente subraya: “Hemos sido sostenedores de la gestión y vamos a seguir bancando al gobierno, a pesar de que nos destrate”.

Fuente: La Capital