La máxima fiesta cultural de la ciudad de Vera, los tradicionales carnavales que cada febrero convocan a miles de vecinos y visitantes, atraviesa este año un escenario de completa incertidumbre.
A diferencia de lo que solía ocurrir en temporadas anteriores, cuando para esta altura del calendario ya estaban anunciadas las fechas, el cronograma de comparsas y hasta los valores de las entradas, hoy no existe información oficial sobre si la edición 2026 finalmente se realizará.
Según pudo saberse, la comisión organizadora mantiene reuniones semanales, pero sin difusión pública alguna. Las fuentes consultadas coinciden en que existe un fuerte hermetismo y que estas instancias de trabajo se desarrollan bajo un estricto “secreto de sumario”, quizás impuesto por la Municipalidad de Vera (quien preside la Comisión) lo que impide conocer avances, dificultades o decisiones internas que podrían definir el futuro del evento.
Esta falta de comunicación genera preocupación entre el público comparsero, comerciantes y proveedores que aprovechan el impulso económico y la afluencia de visitantes durante las noches de carnaval.
Mientras tanto, el calendario avanza y el silencio oficial se vuelve cada vez más llamativo. La comunidad espera una definición clara: si habrá carnavales, bajo qué formato y en qué condiciones. Por ahora, lo único seguro es la incertidumbre que rodea a la fiesta popular más importante de la ciudad.
