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Ricardo “Gringo” Aramburu fue encausada por dos hechos contra la propiedad ocurridos en Fortín Olmos.
El fiscal Aldo Gerosa, en audiencia, encartó al conocido y temido ladrón de Fortín Olmos por robo agravado y hurto.
En el primero de los delitos, el fiscal le atribuyó que en el 6 de febrero de 2025, en horas
de la madrugada, se dirigió a la vivienda de Esteban Wozniak y tras romper la puerta trasera de la vivienda que da al patio, ingresó y se apoderó de una escopeta marca
“Franchi” calibre 12 automática de 6 tiros, un taladro eléctrico marca Skil, una amoladora
chica, una linterna, un cuchillo Victorinox, remeras. Cargó todo en una bolsa de arpillera y huyó del lugar.
Alrededor de las 5, en su huida, discutió con un vecino que le reclamó por las cosas que llevaba dentro de la bolsa, al que increpó diciéndole que no se metiera para luego proseguir su escape, que fue captado por cámaras de seguridad.
Reducidor
El otro hecho imputado por el Dr. Gerosa sucedió en la madrugada del 30 de enero en la localidad del oeste departamental. Entre las 3 y las 3:15, Aramburu junto a Martín Núñez sustrajeron, de acuerdo a la imputación, una caja rectangular de herramientas propiedad del señor Hugo Guido Vázquez que se encontraba en el interior de su camión
Mercedes Benz estacionado en la vía pública sin medidas de seguridad, conteniendo en su
interior múltiples piezas.
Esos elementos, sindicó Gerosa, fueron vendidos a José Guillermo Acevedo, con domicilio en calle Belgrano, apuntado por la comunidad como un recurrente reducidor de cosas robadas. En esa casa fueron halladas las herramientas robadas.
Además, sobre Aramburu recayó una medida cautelar de 45 días de prisión preventiva.
Ya había sido condenado el 9 de junio de 2017 por delitos contra la seguridad pública a la pena de tres años de prisión efectiva.
Miedo
El accionar delictivo de Aramburu es largamente conocido por la gente de Fortín Olmos. También su irascibilidad. “A una chica que es remisera acá, que se expresó en redes sociales, agarró el tarado y le rompió el auto, la luneta de un ladrillazo”, contó a InfoVera un vecino, para describir la conducta violenta que ostenta alias “Gringo”.
“A mí me amenazó con romperme el auto con una palo, vino a mi casa; a mí no ve va a hacer nada porque pesa 15 kilos”, ironizó, pero “mis hijas andan por el pueblo y hay que tener cuidado”.
Porque “aparte vos le decías a la policía, la policía te decía ´mirá, estamos recansados de agarrarlo y que el fiscal lo largue´, así que todo un tema”, cerró.
Ese mismo temor fue reflejado en las actas de procedimiento realizadas por la policía al momento de los robos: las víctimas no querían que trascendiera su identidad por miedo a represalias.