La Cámara de Diputados votó un tratamiento preferencial para dentro de dos sesiones a los distintos proyectos que pretenden habilitar la necesidad de la reforma constitucional en la provincia.
La preferencia fue avalada por 36 legisladores contra 11 que lo hicieron en contra.
Si bien Unidos pretendía tratar este viernes el proyecto, la decisión del bloque de Hacemos Santa Fe (perottismo) de ingresar una iniciativa propia para la discusión hizo que se postergara hasta la semana próxima la votación en el recinto donde todo parece indicar que estarán los 34 votos necesarios para avanzar en el tema. El entendimiento entre Unidos, Hacemos y la izquierda es discutir en la Comisión de Asuntos Constitucionales los nueve proyectos.
Fuentes legislativas confiaron a InfoVera que una de las alternativas que se analizan es la de reformar la representación actual en el Senado, hoy con una banca por cada departamento, para pasar a un esquema de tres senadores por cada uno de los 19 territorios de la bota santafesina.
La modalidad de elección, en caso de que se cristalice esta opción, tendría como formato que la mayoría -la lista que más votos obtenga- se lleve dos bancas, y que se incorpore un banca senatorial adicional por la minoría -la que resulte segunda en la elección-.
“Lo único que podría modificarse es hacer sistema por minoría de la representación departamental, 2 por mayoría 1 por minoría”, revelaron desde la Legislatura. En estricto off de récord, el funcionario que aclaró: “Pero veo difícil, porque sería aumentar mucho el legislativo y no veo que nadie vote eso en este clima de época” de ajuste, añadió.
Otro asesor legislativo consultado deslizó que las negociaciones existen y trazó un análisis políitico: “Eso le convendría al radicalismo y al peronismo que tienen mayor presencia territorial en la provincia, pero no al socialismo ni al partido de (Amalia) Granata”.
El proyecto está pensado tal como quedó plasmado en la reforma del ´94, tras el Pacto de Olivos. En aquel momento, después de dejar el poder 6 meses antes en 1989, el debilitado radicalismo conducido por Alfonsín se enfrentaba a la latente posibilidad de que el PJ arrasara en la elección del ’95 en medio de la bonanza económica de la convertiblidad con un Menem en su mejor momento. Su líder pergeñó un trueque político para que la UCR sobreviviera a lo que luego sería un vendaval de votos menemistas. La transacción consistió en permitir en la Constitución la reelección del presidente, a cambio de incorporar un tercer senador por la minoría en cada provincia y la Capital Federal.
El tiempo dirá si el proyecto avanza en Santa Fe, o si solo se trata de especulaciones políticas.