Vallejos usa una “bala de plata” para intentar destrabar el conflicto por grandes superficies comerciales

Terreno ubicado al sur del macrocentro donde quiere instalarse una firma supermercadista patagónica.
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El intendente busca derogar la adhesión de la ciudad a la ley provincial que rige esa actividad comercial. Su gestión presentó ante el Concejo Municipal un proyecto de ordenanza para abolir la norma vigente. La oposición pide “bajar la ansiedad”.

El Ejecutivo de Reconquista presentó ante el Concejo Municipal un proyecto para derogar la Ordenanza N° 6980/12, que establece la adhesión a la ley provincial Nº 12069, reguladora de la instalación de grandes superficies comerciales en la Provincia de Santa Fe.

Con la firma del intendente Amadeo Enrique Vallejos, la iniciativa considera, entre otros puntos, que los parámetros establecidos en dicha ley “resultan inconsistentes con la realidad y necesidades específicas de la ciudad de Reconquista”, la cual presenta características económicas y demográficas que “no fueron contempladas adecuadamente” en la legislación provincial.

A su vez, argumenta que las habilitaciones comerciales son una “competencia propia” de las jurisdicciones municipales, ya que “hay parámetros claros y jurisprudencia acabada” sobre las competencias municipales y su capacidad de legislación dentro de su ejido, tal como entienden es el caso de las habilitaciones comerciales.

Y sostiene que, si bien la adhesión a la ley fue la voluntad expresa de la Municipalidad de Reconquista en el año 2009, luego ratificada en 2010 y 2012, la realidad económica y social de la ciudad de Reconquista ha cambiado significativamente desde la promulgación de dicha ordenanza, requiriendo un análisis actualizado y ajustado a las necesidades y demandas de la comunidad.

De esta manera, la gestión Vallejos entiende que dicha situación “pone en jaque el crecimiento económico de la ciudad, no sólo afectando a nuevas inversiones, sino poniendo en vilo a las existentes”, generando afectación principalmente a los comerciantes locales con emprendimientos existentes.

En tal línea, indica que la instalación de grandes superficies o la ampliación de las existentes en Reconquista podría generar la creación de empleo directo e indirecto, contribuyendo a la disminución de la tasa de desempleo local, el incremento en la recaudación de impuestos municipales que fortalecería las finanzas públicas, y una mayor inversión en obras y servicios para la comunidad.

Diversidad

Asimismo, los considerandos del proyecto de ordenanza valora la posibilidad de la comunidad de “acceder a una mayor diversidad de productos y servicios, mejorando la calidad de vida de los habitantes de Reconquista; y la competencia en el mercado local, que podría resultar en precios más competitivos y beneficios para los consumidores”.

La estrategia ideada por la intendencia reconquistense apunta solucionar una problemática suscitada a raíz de la intención manifiesta de una cadena supermercadista nacional de radicarse en la ciudad, que fue infructuosa a raíz del excedente en la ocupación que ostentan las grandes superficies comerciales en funcionamiento. Un informe de la Secretaría de Comercio de la provincia reveló, meses atrás, que la cabecera de General Obligado supera el máximo permitido para ese tipo de comercios en una 58 %, de acuerdo al factor de medición establecido por la ley 12.069.

En términos específicos, los datos censales precisaron que en Reconquista los metros cuadrados totales autorizados a ser ocupados por las grandes superficies se ubican en 11.291,5, aunque en la actualidad están cubiertos 19.208,8, por lo que “no existen metros cuadrados disponibles”.

Fuera de medida

En el detalle del dictamen de la autoridad de aplicación surgió que las firmas con mayor ocupación son Castet y Tanino con un total de 5.502,9 metros cuadrados, Sagel SA con 3.833,3 metros cuadrados y Alimentos del NEA con un total de 3.259,8 metros cuadrados.

En total son 6 las empresas con este tipo de emprendimientos que cubren 19.208,8 metros cuadrados, cuando en realidad por los 90.332 habitantes que tiene la ciudad solo podrían ocupar 11.291 metros cuadrados.

Esa realidad no solo repele que la llegada de nuevos capitales, sino que también impide la expansión de las empresas locales al estar agotado y excedido el cupo de metros cuadrados a ocupar. El desenganche de la ley provincial actuaría como un factor que destrabaría el capítulo de grandes superficies comerciales, una cuestión y un debate que una década atrás -con el arribo de supermercados chinos- no se saldó de la mejor manera cuando la ciudad decidió cerrarse a esa posibilidad.

Desde esa fecha, algunas firmas vernáculas crecieron exponencialmente superando los márgenes regidos por la ley en vigencia. Ahora, el gobierno municipal busca utilizar una “bala de plata”, como lo es el proyecto de ordenanza citado, para ensayar una salida al corset legal en el que quedó inmersa Reconquista y que la alejaría de la senda de crecimiento.

“Bajar la ansiedad”

Lo cierto es que en el Legislativo, el oficialismo está en clara desventaja numérica -4 concejales propios contra 6 de la oposición- y para que sus pretensiones se conviertan en ley municipal necesitará de votos ajenos.

Por lo pronto y ni bien conocida la noticia, la edil Fedra Buseghin (PRO) expresó su parecer: “Lo que tengo son preguntas, estoy estudiando y evaluando información” acerca de “¿qué implicaría o qué consecuencias tendría para la vida comercial de los comercios de Reconquista no adherir a una ley provincial?, ¿tendrían la habilitación municipal pero no contarían con el certificado de factibilidad de la provincia?”

La vicepresidente primera del Cuerpo pensó en voz alta al inquirir: “¿Por qué no ponemos el debate en la Legislatura provincial de esta ley que se debatió y sancionó en 2002/2004, del reglamento 2008, y a la que Reconquista adhirió en 2009? ¿estamos en la misma realidad de aquel momento? Por otro lado, ¿Qué dice el ciudadano sobre permitir a grandes cadenas a instalarse? Porque el impacto es sobre el bolsillo de la ciudadanía”.

Para Buseghin, “hay que tomarse el tiempo y debatir, debatir sobre información, alcances y consecuencias, y que el ciudadano también tenga opinión”. No obstante, afirmó que “el Ejecutivo debe bajar la ansiedad y también si tanto le importa que el Concejo defina esta situación también se preocupe por la ejecución presupuestaria que se rechazó”.