De esa manera, la máxima autoridad católica del norte santafesino abre su carta los feligreses con motivo de la festividad de San Cayetano.
Monseñor Ángel José Macín convoca a todos los fieles a vivir una jornada de oración, reflexión y solidaridad. “Bajo el lema: no es posible morirse de hambre, en la Patria bendita del pan”, describe el religioso aclarando que se trata del Himno del Congreso Eucarístico – Corrientes 2004.
“Sabemos que la figura de San Cayetano es muy significativa en nuestro país y también aquí, en el norte de nuestra provincia”, añade Macín. En esa misma línea, el sacerdote sostiene que San Cayetano sintetiza, en su testimonio de vida, aspectos fundamentales de la vida humana: “el pan y el trabajo, don y esfuerzo humano que se conjugan e integran en el caminar de las personas y los pueblos”, asevera.
Carencias
“No son fáciles los tiempos que nos tocan atravesar como pueblo argentino. Hay familias ya vienen arrastrando carencias desde hace años”, considera el obispo en su carta a los feligreses. En tal sentido, comenta que otras personas, en estos últimos meses, ven diluirse sus ahorros, “y no llegan a fin de mes para mantener una vida digna. No podemos resignarnos”, manifiesta.
Macín solicita no flaquear en la esperanza y en el compromiso. “Tampoco podemos quedarnos indiferentes y mirar para otro lado, si estamos un poco mejor o esta realidad no nos afecta”, acentúa.
“Por eso los invito a dedicar, el próximo 7 de agosto, a orar por el Pueblo Argentino, por sus familias, por los más pobres, por los que no tienen trabajo o lo han perdido recientemente o viven en una situación de trabajo informal permanente”, indica titular de la Diócesis de Reconquista. Posteriormente, se dirige a los que han tenido que gastar sus ahorros, “o han visto esfumarse su pequeña empresa, construida con el esfuerzo de años”, lamenta.
Reflexionar
En segundo lugar, Monseñor Macín pide a los creyentes que el próximo 7 de agosto sea un día para la reflexión, “personalmente y como comunidad, sobre las causas que generan esta situación cada vez más alarmante por la recesión, el estancamiento de la economía, el aumento exponencial de medicamentos y otros elementos de primera necesidad”, describe.
Posteriormente, dice que para sostener una democracia sólida, no alcanza con ir a votar. “Hay que comprometerse desde una participación permanente. Finalmente, vivir la solidaridad, ayudando a quienes necesitan más que nosotros”, reclama.
Macín sostiene que para vivir con unción y profundidad esta jornada, la propuesta es sencilla. “Cada uno puede hacerlo de acuerdo a su sentir y a su costumbre, peregrinando a un santuario del santo, participando de la Eucaristía, rezando en familia”, sugiere.
Ayuda
Además de pedir la oración y la asistencia a lugares de culto a San Cayetano, pide a los que estén en condiciones de hacerlo, pueden llevar un alimento no perecedero, “para reforzar los comedores comunitarios de toda nuestra diócesis o asistir a familias en situación de carencia extrema”, explica.
“No es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan, esta expresión lo dice todo”, reitera el obispo de Reconquista. Para agregar que Argentina es un país bendecido. “Por eso constituye una grave ofensa al creador, que haya personas que no puedan tener lo básico para vivir con dignidad, en una tierra que produce alimentos en abundancia para todos”, añade. Finalmente, implora a San Cayetano para que interceda por los argentinos, “y nos oriente con su testimonio en este tiempo difícil que nos toca transitar”, concluye.