Denuncian al fiscal de Rafaela que ordenó secuestrar un Chevrolet Onix en Vera

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La presentación también alcanza a un particular de aquella ciudad del oeste provincial. Es por “falsa denuncia y abuso de autoridad”, según cada caso. Fue radicada por el dueño del vehículo, que dijo sentirse víctima de “un procedimiento totalmente arbitrario” basado en “una denuncia falaz”.

Luis Joan Matías Miguil, de 18 años y con domicilio en calle Allende Lezama, radicó en sede policial una grave denuncia contra un hombre de la ciudad de Rafaela y contra la Unidad Fiscal de esa ciudad.

La presentación la realizó con el asesoramiento legal del Dr. Guido Fernández luego de que, en un procedimiento que tuvo lugar el martes, agentes de la PDI le secuestraran su vehículo, un Chevrolet Onix.

Este joven comerciante verense expuso los hechos por los que dijo sentirse víctima y denunció por “los supuestos delitos de falsa denuncia y abuso de autoridad” a las personas que “identificó como Juan Carlos, del cual desconozco su apellido, domiciliado en la ciudad de Rafaela, y contra la autoridad judicial que ordenó el secuestro en el día de la fecha de mi automóvil marca Chevrolet, modelo Onix Joy, sedan cinco puertas, junto con otros elementos de interés”.

Miguil relató ante el sumariante de turno que en efecto, en el día de la fecha (por el martes), el personal de la PDI Vera procedió a “secuestrar el vehículo antes mencionado de mi domicilio, haciéndome saber asimismo que dicho secuestro proviene de una causa caraturada como ‘retención indebida’, hecho supuestamente ocurrido en Rafaela en fecha 11.01.2024, en donde interviene la Unidad Fiscal de esa ciudad a cargo del doctor Guillermo Loyola”.

Sobre esa acusación, se defendió alegando que “a la ciudad de Rafaela solo la conozco de paso por haber transitado por la misma, pero nunca paré en dicha ciudad”, y agregó que “según mi padre me comentó, hizo un negocio jurídico con una persona de dicha ciudad de nombre Juan Carlos, el que antes mencioné, consistente en compra y venta de chatarra y desarmadero de galpón, dichos negocios en ejecución con obligaciones pendientes de ambas partes”.

“Es lo único que le puedo decir de lo que sé, por cuanto a mi papá autorizado para andar en mi vehículo realizó este negocio, trasladándose en el auto secuestrado”, afirmó.

En su exposición dejó en claro que “nunca fui intimado a devolver nada, ni tampoco correspondía por cuanto soy legítimo propietario del vehículo secuestrado, consecuentemente no estoy reteniendo nada indebidamente”, y remarcó que “nunca tuve antecedentes y hoy, desconociendo los motivos, fui identificado en una causa penal por una denuncia absolutamente falaz y un procedimiento totalmente arbitrario”.

Asimismo, manifestó desconocer “de dónde sacaron los datos de mi vehículo para proceder al secuestro del mismo, más teniendo en cuenta que no está vinculado a un ilícito en el cual se haya utilizado el mismo”.

Por último, solicitó la devolución inmediata del vehículo por cuanto “es necesario para trasladarme en virtud de mi actividad comercial”.