La presentación policial fue realizada por un matrimonio de Campo Hardy. En total, en el ataque perdieron 11 chivos y 13 ovejas. Creen que es un amedrentamiento por su militancia contra las fumigaciones con agrotóxicos. Fiscalía investiga el hecho, pero no hay imputados.
Un cuadro dantesco fue el que encontró el matrimonio compuesto por Jorge Dubouloy y Flavia Zanutigh en la granja agroecológica que tienen en Campo Hardy, el pueblo del norte de General Obligado.
Al percatarse que faltaban los chivos de su propiedad realizaron la denuncia policial, y tras pasar horas sin novedades salieron a buscarlos en el campo. A algunos los hallaron agonizantes, con heridas sangrantes por las mordeduras de perros, mientras que otros habían sido atados a árboles para que ser devorados vivos por perros de presa, en medio de la indefensión.
Ambos integran movimientos sociales que se oponen a las fumigaciones Paren de Fumigarnos y Mujeres Rurales de Campo Hardy y zona. Y estimaron que esa militancia y pertenencia es la causa del ataque sufrido por el que perdieron 11 chivos y 13 ovejas.
Las imágenes de espanto de lo ocurrido fueron viralizadas en redes por la Multisectorial Paren de Fumigarnos de Santa Fe, que emitió un comunicado condenando la herejía a la que calificó como “una perversa escena de maltrato animal que daba cuenta que no fue perpetrado por seres humanos con hambre, sino por amedrentamiento, que como el mismo Jorge señala de la ‘mafia sojera’”.
Bajo el título “Horrible escenario de muerte y maltrato animal”, la ONG ambientalista hizo público el hecho de “enorme gravedad” de que fue víctima esta familia que vive y trabaja en un predio del lugar donde hacen labores agroecológicas, crían animales (ovejas, chivos) y desarrollan apicultura. “Son referentes de nuestra Multisectorial. Son ciudadanos activos y preocupados por el bienestar de todas y todos. Los responsables de esta acción tendrán que recibir su merecido castigo, además del repudio social”, reclamó.
En el final, la organización remarcó que “nuestras luchas son de carácter pacífico, de acción ciudadana, buscando leyes que defiendan la vida de las personas, animales y plantas. En fin, defendemos el territorio en donde compartimos el suelo, el aire y el agua. A esta familia hay que protegerla y defenderla, si es que afirmamos que queremos vivir en democracia”.
Luchar por la vida
En tren de conocer más en detalle lo sucedido, Norte24 habló con Flavia Zanutigh, propietaria junto a su esposo de la granja vandalizada. “Nosotros desde el 2015 venimos realizando denuncias con los efectos que provocaban en los niños el veneno”, pero “nunca se hizo nada, la justicia nunca nos recibió”.
De profesión psicomotricista, dijo que “evidentemente, quienes militamos para estas causas molestamos. Nosotros tenemos un pequeño emprendimiento familiar, había voces en el pueblo que decían que iban a buscar cansarnos, cosa que nos vayamos, está claramente a la vista que el agronegocio es un poder muy fuerte, cuentan con el poder, con un poder que los respalda”.
De todas maneras, afirmó que “nosotros seguimos luchando por la vida y por la salud, no queremos más altos niveles de discapacidad en nuestros niños, dermatitis en la piel, incremento de casos de cáncer; exigimos justicia y que se respeten los mil metros (a escuelas y poblados) y que se haga una cautelar como se hicieron en otros puntos de la provincia”.
Consultada si es primer ataque de este tipo recibido, indicó que “esta es la primera vez, pero todo coincide con una publicación en Facebook que le puso a mi marido ‘por qué no se van de acá’”.
Luego de lamentar que “el poder es muy grande y priman más los beneficios económicos que la salud”, deslizó que “¡oh casualidad!, hace 15 días consultamos a un abogado cansados de que nunca se tuvo respuesta y nos acontece esto, bueno todo está bajo investigación y agradecemos a todos los sectores que nos acompañan”.
“Personajes del odio”
Apenas enterada del atentado, había posteado en su muro de Facebook a modo de descargo ante tanta impotencia: “Denunciamos públicamente los métodos que están usando estos personajes del odio: primero se adueñan de los campos, de terrenos, quemando los campos sabiendo que tenemos apicultura; nos mataron ovejas y chivos, esperamos que la justicia haga algo, desde el año 2015 hacemos denuncias, podemos demostrar que hicimos 17 denuncias y pasaron todas a archivos sin dar ninguna respuesta”.
Por el momento no hay imputados en la causa que invesiga la Unidad Fiscal de Las Toscas, desde donde informaron que la denuncia “no pudo ser constatada” y que la investigación estuvo a cargo de Los Pumas.