$ 170 mil por un traslado: imputaron a la empleada trucha de Seguridad por estafar a policías norteños

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Decía ser empleada del Ministerio de Seguridad y gestionar traslados laborales por los cuales le pagaban entre 110 y 170 mil pesos.

La joven sospechosa fue detenida en Montevideo al 1300 de Rosario por la ACP.
Una mujer de 24 años fue acusada de haber estafado a siete suboficiales de la policía santafesina, a quienes convenció de que le entregaran dinero para que ella agilizara las gestiones para concretar traslados laborales a dependencias cercanas a su domicilio. Se trata de Solange Milagros T. —detenida el lunes— que afirmaba ser empleada del Ministerio de Seguridad santafesino a cargo del área donde se canalizaban esos pedidos por los cuales solicitaba a sus víctimas entre 140 y 170 mil pesos.

La joven fue imputada de estafa en concurso real ayer a la tarde por la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci, que le atribuyó “haber prometido cambios de destino laboral por permuta o pase directo a empleados policiales de la provincia de Santa Fe que querían prestar servicio en localidades del norte” para estar más cerca de sus familias. Formulada la acusación, el juez de primera instancia Florentino Malaponte la dejó en libertad con reglas de conducta.

Solange T. fue detenida la tarde del lunes en Montevideo al 1300 de Rosario en un operativo de entrega controlada que orquestaron policías que la investigaban desde hacía seis meses. En ese lapso personal de Investigaciones Judiciales y Administrativas, Apoyo Operativo e Investigaciones Patrimoniales de la Delegación Sur de la Agencia de Control Policial (ACP, ex Asuntos Internos) entrevistó a varios policías de las unidades regionales de los departamentos Rosario y Castellanos de los cuales al menos once afirmaron haber contactado a la joven de 24 años para agilizar traslados laborales y poder estar así más cerca de sus familiares.

Solange T. se hacía pasar por empleada del Ministerio de Seguridad de la provincia, de donde afirmaba ser “encargada del área de pases y permutas”, según la acusación formulada por Bartocci. A cambio de “agilizar” los trámites, solicitaba a los interesados una suma de dinero que iba de 110 mil a 170 mil pesos que los policías debían transferir a una cuenta bancaria a su nombre o bien entregarle personalmente.

El ardid entraba en una siguiente fase cuando Solange le remitía a quienes le pagaban una nota para que firmaran de manera digital; eso simulaba ser la solicitud de traslado laboral a los jefes de los empleados interesados. Con eso se aseguraba que siguieran creyendo que el servicio que prestaba era verdadero. Incluso pedía a sus víctimas que la recomendaran con otros policías que atravesaran por la misma situación.

En el marco de la investigación, los agentes de la ACP detectaron que la mujer solía captar a jóvenes policías con grandes necesidades de ser trasladados. En los casos verificados, algunas de las víctimas incluso admitieron haber tomado costosos créditos personales y contraído deudas con allegados para poder pagar por las gestiones que prometía Solange que, en rigor, “nunca trabajó en relación de dependencia en el Ministerio de Seguridad ni en otro organismo con posibilidades de concretar dichos pases laborales”, aclararon desde la Fiscalía Regional.

“Eran policías desesperados por mejorar su situación laboral para poder atender a familiares con enfermedades graves o a hijos pequeños que demandaban una atención especial, entre otras situaciones planteadas por las víctimas”, reseñó un portavoz allegado a la pesquisa. De las once víctimas investigadas, ayer se supo que sólo siete suboficiales alcanzaron a transferirle dinero.

Además de recabar información sobre las maniobras de la sospechosa, los investigadores tuvieron que establecer dónde vivía Solange T. ya que notaron que la joven cambiaba frecuentemente de domicilio y alternaba su lugar de residencia entre las ciudades de Rosario y Santa Fe.

Timadora engañada

Según informó La Capital, finalmente, los investigadores decidieron organizar un operativo encubierto a la manera de entrega controlada de dinero para poder desbaratar las maniobras de la joven y arrestarla. Así, luego de entablar un contacto telefónico un policía le requirió su gestión para lograr un traslado a la unidad regional de Reconquista y pactó la entrega de 170 mil pesos a tal fin en un domicilio de Montevideo al 1300 de Rosario.

Unos diez agentes de la ACP participaron de la maniobra; algunos simulando ser empleados de la Unidad Regional II y otros vestidos de civil en las inmediaciones del edificio donde se pactó la entrega de dinero previamente marcado que le entregó el policía que había simulado requerir el traslado. Una vez que la sospechosa tuvo ese dinero en sus manos, fue arrestada sin oponer resistencia.

En el procedimiento además le secuestraron un teléfono celular de la joven, un chaleco portaelementos con velcros de la Policía Federal y atributos policiales, boletos de avión con destino a la ciudad brasileña de San Pablo, dinero en efectivo y ocho tarjetas de débito de diversos bancos a nombre de Solange T.

La mujer quedó detenida a la espera de ser imputada y ayer, luego de escuchar los cargos formulados en su contra por estafa, recuperó la libertad.