El gobernador acusó recibo del impacto de las medidas para “reducir el déficit” y remarcó todo lo hecho en condiciones económicas adversas. Abogó por el Voto Joven y cuestionó interpretaciones restrictivas.
El gobernador Omar Perotti sostuvo que la ralentización (que no paralización) de la obra pública en la provincia es producto de los recortes nacionales para reducir el déficit, de la inflación y la caída de recursos. Pero negó despidos por parte de la provincia. Dialogó con los periodistas en el marco del lanzamiento del Programa Santa Fe + Conectada en el barrio San Agustín, de la capital provincial.
– Usted habló de la necesidad de cambiar los tiempos de la política. Pero por ejemplo, la ley de Seguridad demoró seis meses en salir. ¿Cuál es su opinión?
– Que ojalá la política alinee sus palabras con sus actos. Si no, tenemos enojos después hacia la política, y los políticos se enojan porque hay miradas hacia gente que niega la política o es dura con las críticas. Cada uno de nosotros tiene que mirarse; hagamos coincidir lo que decimos con lo que hacemos. Aquí no podemos hablar de la importancia de las tecnologías y demorar un año y medio con la sanción de una ley, no podemos estar preocupados por la seguridad y estar dando vueltas. Avanzamos igual, no cesamos en la manera de hacer y llevar adelante lo que decimos. Porque la demora no se la hicieron a Omar Perotti, se la hicieron a miles de alumnos que no pudieron tener un año antes en sus escuelas Internet de calidad.
Pongamonos de acuerdo en las cosas esenciales que le cambian la vida a la gente. Hablar con estos chicos, saber que hoy en su celular, en su casa, se terminó tener un programa de datos pagos. Lo pueden tener, pueden acceder.
– Hablando de los jóvenes, se habla del voto joven si, voto joven no. ¿Cuál es su opinión?
– Ustedes saben que lo hemos enviado como proyecto, pidiendo el voto para los jóvenes, la ampliación de los mandatos para que puedan elegir a presidentes comunales también por cuatro años. Y son las circunstancias sobre cómo se mira a nuestra Constitución. Nuestra Constitución se mira de una manera cuando a localidades que no tienen 10 mil habitantes las convertimos en ciudad, siendo que la Constitución dice 10 mil habitantes. Pero después somos muy rigurosos cuando en todos los otros lugares se amplian las posibildiades de tener mandatos plenos o cuando todos los jóvenes del país pueden votar y aquí en Santa Fe no. La Constitución es una sola: si es no, lo es también para las ciudades que no tenían 10 mil habitantes. Tengamos la capacidad de generar el mejor nivel de formación y participación. Creo en la posibilidad de los jóvenes de expresarse, de poder ser parte con sus decisiones de la comunidad.
– ¿Qué gestiones puede hacer a nivel nacional y qué dentro de la suya propia, respecto de las obras que se están paralizando y que hace que estén quedando obreros despedidos?
– En primer lugar me alegra que estemos hablando de obras que para algunos están paralizadas. Porque desde hace años venimos haciendo obras en toda la provincia y nadie viene resaltando la importancia de las obras, la cantidad de ocupación de mano de obra que hemos generado. Y ahora tenemos a nivel nacional un retraso mayor en algunas de estas obras, que han obligado a ralentizarlas. Y también en la provincia donde todos conocen y van observando, como lo dije el 1° de mayo, la caída de los ingresos en el primer trimestre, la caída de recaudación de la coparticipación, pero también en lo que nos ha pasado como es la sequía. Que no solamente impactó en la Nación al tener 20 mil millones menos de exportaciones o tener 4 mil millones menos de recaudación por retenciones. En la provincia impacta en toda la cadena, genera actividad económica en cada pueblo: el que vende fertilizantes y semillas, el que presta servicios como contratista para la siembra y la cosecha, el transporte del campo al acopio y de ahí al puerto. Todo eso no paga impuestos. Y además tenemos en emergencia a más de 9 mil productores que tampoco están tributando el inmobiliario rural.
Y tenemos la cosecha que no está, la ganancia que no se pudo tener. Y eso tampoco genera actividad ni recaudación. Sin duda hay que reacomodar el ritmo de las obras a estos ingresos. Pero no se va a paralizar ninguna obra. Sé que en la coyuntura puede haber, en la disminución del ritmo, alguna suspensión transitoria, un número infinitamente menor en base a la proporción de los empleos que generó el sector de la construcción.
– 160 despidos hubo ya.
– Vamos a ir tomando cuáles son del escenario provincial y cuáles no. Pero tengamos presente que se han generado más de 15 mil puestos de trabajo a través de la obra pública en la provincia. Pero un puesto que cae nos preocupa.
– ¿Se demoran las partidas?
– Han caído y hay transferencias nacionales que se han disminuido o no han llegado. ¿Y esto qué significa? Para que se entienda rápido, cuando hay compromisos con el Fondo Monetario y se dice que hay que reducir el déficit, esto es reducir el déficit. La Nación manda menos recursos para sus obras en la provincia, y para algunas transferencias de recursos que llegan a cada una de las provincias argentinas. A veces esto es reducir el déficit. ¿Cómo son las consecuencias de reducir el déficit? Ciento y algún empleado suspendidos. Bueno, estas son las consecuencias cuando a veces se generan este tipo de acuerdos o de compromisos que hay que sobrellevar para salir adelante de algo que nos duele y que fundamentalmente nos genera el mayor inconveniente, que es la inflación. La inflación es el otro elemento que ha complicado el desarrollo de la obra pública. Ahí es donde nosotros necesitamos que se estabilice la variable macroeconómica y el deseo de que el Gobierno Nacional pueda contener el crecimiento de la inflación e ir llevándola después a una reducción.