Reconquista: el Concejo no pudo cambiar el chip y siguió envuelto en el lío del “apriete”

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La polémica volvió a dominar la sesión semanal. Tanto las ediles Capparelli como Arzamendia se mantuvieron en sus dichos. Ocho de los diez concejales dijeron no haber oído la supuesta intimidación.

Exactamente una semana después de que la concejala cambiemita Natalia Capparelli denunciara en sesión pública que se sintió intimidada por un supuesto “apriete” de parte de la oficialista Constanza Arzamendia, el pleno del cuerpo legislativo volvió a quedar inmerso de esta polémica que divide aguas no solo entre Juntos por el Cambio y el PJ, sino también dentro del propio interbloque opositor.

En el debate de la semana pasada, Capparelli había pedido la palabra para exponer haber sido blanco de un apremio verbal de Arzamendia, que, de acuerdo sus expresiones, le espetó “mirá que el Movimiento Evita sabe bien donde vos vivís”, en medio de la reunión de la Comisión de Obras Públicas y cuando se trataba el tema del orden de prelación para la entrega de lotes sociales. En aquel momento, la apuntada rechazó la acusación en su contra y contraatacó conminando a su interlocutora a que “vas a tener que probar lo que decís, yo nunca te dije eso”.

Este jueves, los miembros del Legislativo volvieron a mirarse el ombligo (y quedaron lejos de los problemas de la ciudad y su gente) y el altercado subió más de tono apenas izada la bandera nacional en el recinto. La jefa del bloque del PJ, Nancy Sartor, mocionó que se eliminase del acta la parte donde la concejala “Capparelli hace acusaciones contra una concejala (…), rechazamos las acusaciones porque son imaginativas, no condicen con realidad, no tienen fundamento, no tienen sustento”.

Capparelli respondió que al estar grabada la sesión le resultaba “indistinto que estén o no estén en el acta” sus declaraciones. En segundo término, sostuvo que “las demás consideraciones no las comparto, si hubo un pedido de disculpas es porque se entendió que eso era lo que correspondía, yo acepté el pedido de disculpas (del presidente del Concejo), para mí esto está finalizado desde el momento en que existe un pedido de disculpas”.

Para dirimir la cuestión pasaron a un cuarto intermedio de 20 minutos y al volver a la sala votaron por unanimidad que la acusación quedara asentada en el acta de la sesión anterior.

Pero lejos de quedar agotada, la discusión continuó. La edil Arzamendia tomó la palabra y solicitó que levantase la mano cada concejal que haya escuchado el “supuesto apriete de mi persona hacia la concejala Capparelli”. La respuesta a su pedido fue contundente: 8 de los 10 concejales dijeron no haber oído nada, incluso los ediles Roald Báscolo, Walter Kreni y Fedra Buseghín, que integran el interbloque de JxC con Capparelli y el concejal Hugo Firmán. Este último aseguró: “Yo lo escuché, y cada uno se haga cargo de si es verdad o no que no escuchó”.

“No todo vale”

Luego, Arzamendia dio lectura a un documento en el que agradeció las muestras de apoyo de recibidas ante “estas acusaciones que han causado gran perjuicio a mi honra, honor, imagen y a mi familia”. “Es más agraviante porque intenta responsabilizar a mi persona de lo que pudiera suceder en la vivienda, en la familia o con su persona. Nunca utilicé las palabras que manifestó, no solo porque yo también soy madre, hija, esposa y dirigente, sino también porque estoy en total desacuerdo con este tipo de políticas y conductas antidemocráticas”, aseveró.

En el párrafo siguiente citó una frase del General San Martín: “La conciencia es el mejor juez que tiene una persona de bien”, parafraseó, y aseguró que “no todo vale”. “Lo que insinúa que podría pasarle a su persona lo hemos vivido anteriormente en el hogar del intendente de la ciudad, donde se encontraban su mujer y sus hijas solas ante un grupo de manifestantes que se hicieron presentes. La misma situación que se dio en el Grand Hotel, ambos hechos de público conocimiento”, agregó en referencia a sucesos que a mediados de 2020 alteraron la paz social en la ciudad y que fueron atribuidos a militantes y dirigentes del entonces denominado Cambiemos, ofuscados por la voluntad del gobierno nacional de intervenir la firma Vicentin.

Enseguida, dejó en claro: “No comparto ningún tipo de situaciones en las que se actúe con violencia, falta de respeto o intolerancia hacia los demás. Y aún más si se pone en riesgo la salud física y mental de las personas, y la tranquilidad de un hogar”, y cargó contra su oponente al calificar de “tamaña irresponsabilidad realizar semejante denuncia pública sin pruebas y tergiversando hechos que lo único que logran es alarmar a la sociedad. Hablar de amenazas y aprietes no debe ser tomado a la ligera”.

En el final, dijo sentir “mucha vergüenza” por “estar refiriéndome a estas cuestiones en lugar está tratando los temas para lo cual la ciudadanía me eligió. Como dirigentes tenemos que ser responsables de lo que transmitimos a la sociedad y no pretender victimizarnos más para obtener un rédito político. Por todo lo dicho, sostengo que no todo es válido para posicionarse políticamente”.

Disculpas y humorada

El presidente del Concejo Municipal, Gustavo López, realizó una aclaración respecto del pedido de disculpas que verbalizó en la sesión anterior: “Cuando la concejala Capparelli planteó la cuestión, yo tomé la palabra, un poco sorprendido con lo que estaba pasando y como cualquier persona de bien que conduce una institución tan importante como es el Consejo Municipal. Es de buena gente manifestarse en caso, porque así fue, de que alguien haya dicho algo que molestó o hizo sentir mal a alguien. Obviamente que no está mal pedir disculpas”.

En tanto, la concejala Capparelli apreció que “algunas expresiones que algunos señalan como humoradas otros podemos percibirlas como verdaderas situaciones de riesgo, que alarman y merecen ser mencionadas. Por lo tanto, lejos de victimizarme, porque no lo he hecho, simplemente he dejado manifestada y asentada una situación en el contexto en el que estamos amerita ser señalado. Lejos de victimizarme y lejos de pretender mantener un rédito político como otros sí lo han hecho, simplemente he señalado algo que efectivamente sucedió, que está lejos de ser imaginativo y que formó parte de un diálogo en la comisión”.