La víctima le escribió a su amiga para que se hiciera cargo de sus hijos, presagiando el peor final. Ana Gabriela Benítez tenía 33 años cuando fue asesinada y luego incinerada dentro del auto de su ex pareja.
La investigación por el femicidio de Ana Gabriela Benítez, ocurrido el 18 de enero de 2020 en las afueras de la localidad de Alejandra, en el norte provincial, se encuentra concluida. Este mes se llevó a cabo la audiencia preliminar, en la cual el fiscal de Reconquista, Aldo Gerosa, adelantó que pedirá pena de prisión perpetua para Carlos Erminio Ursprung, quien permanece tras las rejas desde entonces.
Si bien todavía la jueza Norma Senn no emitió la resolución para su elevación a juicio, se cree que el dictamen estaría al caer, dado que no hubo controversia entre las partes a la hora de incorporar la evidencia que será tratada en un futuro debate.
En total, se espera que declaren 52 testigos, de los cuales la gran mayoría fueron ofrecidos por el Ministerio Público de la Acusación (MPA); y sólo 4 pertenecen en forma exclusiva a la defensa que ejercerá el abogado particular, Luis Carlos Rittiner.
“¡Madre mía!”
Aunque se trata de una causa sensible y de amplia difusión pública en el centro norte provincial, de la audiencia preliminar surgieron nuevos detalles que en un principio, vendrían a corroborar la teoría del caso que tiene la fiscalía, que acusó a Ursprung como el autor material del delito de “homicidio, calificado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer habiendo mediado violencia de género, y por el vínculo de pareja existente entre ambos”.
Tal como fue expuesto en los tribunales de Reconquista, la víctima envió un último y desesperado mensaje de texto a su amiga Gladis, en el cual le pidió que se hiciera cargo de sus tres hijos, avizorando lo que podría ocurrirle en su encuentro con Ursprung: “Me kiere yebar obligada madre mia. Y amenasada…”, se lee en una captura de pantalla de Whatsapp que le envió a la mujer que será una testigo relevante.
Pero no será ésta la única prueba con la que cuenta el fiscal Gerosa para incriminar al detenido. De hecho, entre los testigos propuestos hay peritos forenses, médicos legistas, bomberos, peritos mecánicos, quienes en su conjunto suscribieron con sus firmas los informes técnicos que señalan que el incendio del vehículo donde fue hallado el cadáver fue intencional y que Benítez ya estaba muerta al momento de ser alcanzada por las llamas.
Relación quebrada
Tal como pudieron reconstruir los investigadores, Ursprung y Benítez mantuvieron una relación de pareja durante dos años y algunos meses; vínculo que se encontraba roto al momento del deceso de la mujer. De hecho, Ursprung había vuelto a su domicilio en Sunchales tras una pelea, hasta su regreso a Alejandra para encontrarse con la víctima con la excusa de devolverle un teléfono celular, aquel fatídico 18 de enero de 2020.
Ursprung se encuentra alojado en el penal de Santa Felicia, donde cumple prisión preventiva sin plazo, de cara al juicio, que podría llevarse a cabo recién en el segundo semestre del año próximo.
El hecho se remonta a la madrugada del sábado 18 de enero de 2020, cuando un Renault 9 se incendió en un camino rural cercano a la Ruta 1, en inmediaciones de la localidad de Alejandra. En un primer momento, el hombre de entonces 63 años, aludió a una falla eléctrica, como el factor desencadenante, sin embargo, numerosa evidencia colectada posteriormente lo desmiente.
Olor a nafta
Peritos del Departamento Criminalístico Región I informaron que las puertas del coche en el que se encontró el cuerpo calcinado de Ana Gabriela Benítez, estaban destrabadas y que la del acompañante se encontraba abierta. También confirmaron que el fuego se inició en el habitáculo y no en el motor y que tuvo como fuente “un derrame de acelerante líquido”, por lo que concluyen que “el proceso de combustión se originó de manera intencional”.
Del examen físico del hombre surgieron algunas marcas muy menores de contacto con las llamas y fueron varias las personas intervinientes las que señalaron que “tenía olor a nafta”. También se le secuestró un encendedor Bic blanco en el bolsillo de su pantalón, pero no se hallaron cigarrillos y no existen indicios de que fuera fumador.
Luego, el informe de la Agrupación Bomberos Zapadores de la policía de Vera coincide en que se trató de un hecho intencional con inició en la zona del acompañante. También un mecánico sostuvo que “no hubo ignición por problemas eléctricos del automotor”.
Y por último, la labor forense detectó que la mujer no murió asfixiada por el humo. “Puedo inferir que la persona no se encontraba con vida al momento de la carbonización”, dijo una de las profesionales. Lo cual fue ratificado por el informe anatomopatólogo forense, el cual confirma que “no se evidencia la presencia de partículas negruzcas compatibles con partículas de hollín” en las vías respiratorias.
Por último, de las manchas de sangre de la ropa del acusado se detecta “un mismo y único perfil genético femenino”, refieren los informes.
Fuente: El Litoral