El acto de presentación de la Lista “La Santa Fe que queremos” tuvo lugar en plena siesta en el Paseo de las Artes de Vera.
Allí, militantes, dirigentes y medios de prensa debieron esperar a que el “Chivo” Rossi cumpliera con otras actividades en la ciudad. El inicio del acto se retrasó por más de una hora, en medio de un calor y bajo un sol impiadosos.
Rossi ofreció un discurso con tono anodino y lejos del carisma esperado para un precandidato a senador nacional, centrado en su persona y su experiencia política, según dijo.
En materia discursiva no estuvo a la altura de quienes lo antecedieron en el uso de la palabra, Sosa, Baucero, Busatto y Martínez, que sí se expresaron con sentimiento, con prosa peronista y en tono proselitista, como manda un acto de este tenor.
Apenas Rossi comenzó a desandar su alocución con una evocación de sus años vividos en Vera, la Bandera de Santa Fe que estaba en un asta a sus espaldas se vino abajo, por efecto del viento que soplaba del noreste. “¿Habrá sido una buena o mala señal?”, bromeó al borde de la ironía un precandidato local una vez finalizado el mitín, quien no ocultó su malestar por el horario elegido y por otras cuestiones (fondos para la campaña que no llegan) que serán motivo de otra nota.
Rápidamente, la enseña santafesina fue levantada del piso y colocada otra vez en el sitio que compartía con las banderas Nacional y del Departamento Vera, que llamativamente no fueron ubicadas donde el protocolo establece: a la derecha del punto principal, es decir, del lugar central o de honor, y a la izquierda del público.