Confirmaron la prisión perpetua para el asesino del matrimonio oriundo de Vera

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El tribunal de alzada no hizo lugar a la solicitud de la defensa de Vasilovski. El baqueano fue sentenciado a 25 años de prisión por el asesinato de sus vecinos en 2017.

La condena a un baquiano de Arroyo Leyes por el homicidio de un matrimonio vecino, cuyos cuerpos hizo desaparecer en el río, fue confirmada en segunda instancia. En sus fundamentos, el tribunal valoró “la extensión de los daños psicológicos de los familiares de las víctimas -y- el dolor de no poder llevar una flor al lugar donde descansen los cuerpos”.

Benito Sosa y Estela Ríos desaparecieron la mañana del 19 de diciembre de 2017. La última vez que fueron vistos, salían a pescar, como lo hacían habitualmente. Pero aquella vez no regresaron. Su vecino, Daniel Eduardo Vasilovski, fue el primer y único sospechoso de sus homicidios.

La causa llegó a juicio de la mano de los fiscales Omar De Pedro y Andrés Marchi y, tras un extenso debate, en marzo de este año lograron que se condenara al acusado a 25 años de prisión. Así lo resolvió el tribunal conformado por los jueces Sergio Carraro, José Luis García Troiano y Octavio Silva, imponiendo la primera condena por un doble homicidio sin cuerpos en la provincia.

El defensor público Javier Casco apeló dicha resolución, solicitando la absolución de culpa y cargo o, subsidiariamente, la reducción de la pena. Los jueces de la Cámara de Apelación Penal Enrique Álvarez, Alejandro Tizón y Roberto Prieu Mántaras, fueron los encargados de revisar el fallo de primera instancia, y el jueves 8 de julio lo confirmaron en todos sus términos.

Encono personal

Los camaristas sostuvieron que tras el análisis de las evidencias “hemos arribado a la certeza que toda sentencia condenatoria requiere”.

En resumidas cuentas: “Si sumamos el encono personal de Vasilovski hacia la persona de Sosa, el hallazgo de múltiples elementos en las cercanías de la única morada que es precisamente la del encausado, la tarea de los canes, pruebas científicas con luminol, huida del encausado del lugar del hecho inmediatamente después del evento, testimonios de los lugareños, condiciones de salud de los sujetos pasivos, el hallazgo de documento de identidad y valores dinerarios en el domicilio de los mismos sin sospecha de abandonar la morada y los relatos de los expertos respecto a la flotación de cuerpos en el río, vemos que la tesis defensiva lentamente va cediendo; y así podríamos sumar incontables indicios, todo lo cual da un marco garantizador para el imputado que ha sido condenado con pruebas contundentes”.

En cuanto a la solicitud de reducción de la pena, encontraron “adecuados” los 25 años de prisión impuestos en primera instancia. “No sólo hay que tener en cuenta la muerte sino la posterior desaparición de los cuerpos, lo cual de por sí es una agravante que no debe dejarse de lado a los fines de merituar la sanción a imponer”.

Además, valoraron “la extensión de los daños psicológicos de los familiares de las víctimas, el dolor de no poder llevar una flor al lugar donde descansen los cuerpos y toda una situación personal que durante toda la vida llevarán como una pesada mochila para saber dónde descansan Sosa y Ríos”.

Pistas, indicios, pruebas…

Benito y Estela salieron de su casa de Arroyo Leyes la mañana del 19 de diciembre de 2017 en dirección al “Paraje El Crespín”, donde se ubicaba el rancho que habitaba Vasilovski. Allí, su vecino los asesinó y luego arrojó sus cadáveres al río, asegurándose así que los restos no fueran hallados. Esa misma noche comenzó la búsqueda, pero a pesar de que se realizaron rastrillajes durante meses los cuerpos del matrimonio jamás fueron encontrados.

Al día siguiente de la desaparición encontraron, a 100 metros del rancho de Vasilovski, la lancha de la pareja, hundida intencionalmente luego de que le sacaran el tapón. El motor, un tanque de nafta y una caja de herramientas con materiales de pesca aparecieron ocultos en los alrededores del rancho (el único en la zona de islas). Adentro, estaban las cañas de pescar reconocidas por los familiares de Benito y Estela. En el lugar también había restos de sangre, que tras ser cotejados se comprobó que era humana.
Ese mismo día Vasilovski abordó un colectivo rumbo a Chaco, pero fue aprehendido por orden judicial antes de que lograra salir de la provincia. Tres años más tarde, se convirtió en el primer condenado por un doble homicidio sin cuerpos en la Provincia de Santa Fe.

Fuente: El Litoral