Fue con el arma reglamentaria de su otro hijo, un agente de policía. El disparo le produjo muerte cerebral, y luego el deceso. El padre habría querido amedrentar a unos vecinos; quedó aprehendido preventivamente.
Un joven que agonizaba en el Nuevo Hospital de Reconquista tras recibir un disparo del arma reglamentaria de su hermano policía, pero que era manipulada por su padre, falleció en el mediodía de este domingo producto de las heridas recibidas. El fiscal ordenó la realización de autopsia.
Eduardo Ariel Silva, de 20 años, había sido ingresado anoche en estado desesperante al nosocomio de mayor complejidad del norte santafesino en la noche del sábado, con una herida de arma fuego en el cráneo.
De acuerdo a fuentes policiales, presentaba un cuadro de muerte cerebral como consecuencia del disparo que le atravesó la cabeza, con orificio de ingreso y de salida. A la postre, sobrevino su deceso en el centro de salud.
El trágico suceso policial se produjo anoche cerca de las 22 en la vivienda familiar de los Silva. El herido es hermano de un numerario de la fuerza de seguridad que estaba de franco de servicio, con el arma provista en la casa.
Al parecer, desde hace un tiempo la convivencia con los vecinos no era buena, había problemas entre ellos. Particularmente ayer, esas desavenencias afloraron y motivaron que el hombre empuñara la pistola y efectuara unos disparos con la finalidad de amedrentar a las personas contiguas del barrio.
Pero, en la oscuridad de la fría noche sabatina le pegó un tiro a su propio hijo, con orificio de entrada y salida en la cabeza, y lo dejó en estado de gravedad extrema.
En el lugar se hizo presente personal de la Agencia de Investigación Criminal, que secuestró el arma y aprehendió al hombre identificado como “Tito”, de 51 años.
Las primeras pistas indican que no fue su intención dispararle al joven que por estas horas lucha por su vida.