Avellaneda: cuáles son los desafíos y oportunidades para casi 200 empresas de la ciudad

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Actores productivos debatieron la realidad presente y futura de la actividad. La actividad fue coordinada por el municipio local. La ciudad contiene el mayor polo industrial del norte santafesino.

El Centro de Innovación fue el epicentro elegido por el gobierno municipal de Avellaneda para llevar adelante el “Taller Desayuno: Industria, Innovación y Emprendedurismo”, una instancia clave dentro del proceso participativo del Plan Estratégico camino al 150° Aniversario.

En el encuentro, el intendente Gonzalo Braidot compartió información relevante sobre la Oficina de Empleo, los programas de formación para emprendedores y los resultados del censo realizado en el Parque Industrial, junto a otros datos del entramado productivo de la ciudad. El informe dio cuenta que, en total, 12 empresas de Avellaneda exportan -9 de ellas radicadas en el Parque Industrial-, 60 alcanzan ventas a nivel nacional, 73 comercializan en el ámbito regional y 42 lo hacen exclusivamente a nivel local.

El cónclave reunió a unas 60 personas que trabajaron en el análisis de la realidad local y en la proyección del futuro de la ciudad. La dinámica incluyó la realización individual de un FODA -para identificar fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de cada empresa o emprendimiento-, la creación colectiva de un titular de diario imaginado para 2029 que reflejara la Avellaneda que desean y, por último, la definición de cinco acciones estratégicas por grupo, orientadas a avanzar hacia esa visión compartida.

Esta actividad se sumó a otras previamente realizadas, primero con la comunidad en general y luego con instituciones educativas. Con este nuevo encuentro, se integró la mirada del sector productivo, reforzando la importancia de una planificación construida de manera conjunta.

Ventajas y riesgos

Las ponencias finales comunes se originaron en 8 mesas de debate y análisis de la realidad productiva de la ciudad y su proyección en base a ventajas, limitaciones, tendencias y cambios, y riesgos externos.

El primer núcleo estuvo integrado por una consultora en higiene y seguridad, representantes de la Asociación Civil Impulsar Avellaneda (ACIA), de la Asociación para el Desarrollo de Gral. Obligado, un metalúrgico, un cooperativista del sector transportista y un empresario del rubro corrugados. De allí surgieron 5 ideas fuerza: obtención de créditos productivos, formación de clústers exportadores, creación de energía sustentable, capacitación de empresarios y personal y formación en oficios generales.

El segundo panel compuesto por un integrante de Agenpia, un rectificador de motores, un emprendedor apícola y otro de la metalurgia centró su mirada en la necesidad de generar educación en emprendedurismo (complementaria a la formal): desde los niños y adolescentes para llegar a un enfoque diferente, más amplio, integral y sostenible, con la oferta de nuevas alternativas como la robótica.

A su vez, la tercera mesa se constituyó con empresarios del sector fabricantes de bebidas, el administrador del Parque Industrial, Juan Carlos Fernández; y Jose María Fantoni, presidente de la Cámara de Comercio Exterior del Norte Santafesino. “Más espacios de debates entre jóvenes, alianzas estratégicas entre familias, escuelas y empresas, y becas de inserción laboral más programas de capacitación en oficios”, fueron sus propuestas para transitar el tiempo hasta los 150 años de Avellaneda.

“Marca ciudad”

El cuarto grupo se nutrió de personas dedicadas a la gastronomía, turismo, software, supermercadismo, marketing y metalurgia. Sintetizaron su aporte en la identificación de necesidades particulares del ecosistema productivo para la generación de formaciones cortas y recursos capacitados.

Actores de los agroalimentos, muebles, forrajería hidropónica, mutualismo, imprenta e implementos agrícolas conformaron la quinta ronda con una postura central: gestionar líneas de créditos para acceder en el Parque Industrial.

En tanto, la titular del INTI Reconquista, Andrea Milanesio, junto productores de desarrollo organizacional y de pastelería animaron la sexta mesa, de donde emanó la sugerencia de generar una planificación unificada, público-privada, que traze el camino hacia la visión.

Finalizar el proyecto ejecutivo para la conexión del gasoducto al polo industrial de Avellaneda fue la conclusión destacada del séptimo conjunto que se formó con empresarios y profesionales.

Por último, el octavo foro -supermercadismo, Agenpia, imprenta, servicios de ingeniería, y producción algodonera- concertó la importancia de contar con una plataforma electrónica de Avellaneda que permita comercializar lo que se produce en la zona a nivel nacional e internacional, con una “marca ciudad”, y definir una línea de producción estratégica que identifique a la ciudad.

Pilares y amenazas

Para los asistentes al taller, las fortalezas del ecosistema productivo avellanedense se asientan en pilares tales como la cultura de trabajo, el orden, e asociativismo, la oferta eléctrica que alcanza hasta 3 veces más de lo que necesita la ciudad. “El trabajo forma parte de la identidad, hay conexión e infraestructura, hay compromiso de la gestión de la ciudad”, refirieron. Asimismo, remarcaron el sentido de pertenencia, la planificación a largo plazo y organización, y un sector educativo y productivo en desarrollo, con profesionales capacitados y un gobierno local que los acompaña.

En cuanto a las amenazas, quedó en claro que las desventajas de producir en el norte siguen presentes cuando se compara la competitividad con el sur, con mejores posibilidades para llegar a los grandes centros de consumo. Al mismo tiempo, existe inquietud por la incorporación de herramientas tecnológicas (como la IA) “que no sabemos usar”, y por la existencia en varios nichos de competencia de países limítrofes. “Esta apertura puede ser un riesgo”, alertaron.

Paralelamente, incluyeron la falta de créditos a buenas tasas, las importaciones indiscriminadas que producen desequilibrios, y la ausencia de políticas económicas nacionales que favorezcan o que miren hacia el interior productivo y hacia las Pymes. También la presencia de empresas exteriores con recursos humanos muy capacitados que compiten con mano de obra local, y los altos costos de indemnización laboral e impositivos, más el encarecimiento para la producción de calor en industrias que lo necesitan y lo oneroso que resultan lo tratamientos de efluentes para poder volcarlos en el Arroyo El Rey.

Cambio de paradigma

En el casillero de las oportunidades y desafíos, el empresariado ubicó como central el crecimiento regional social, productivo, educativo, pero “necesitamos que provincia nos mire y reconozca al norte como región” para mostrar la potencialidad. Insistió con que “falta que nos vean, faltan de recursos, llegan solo para emergencias en lugar de tener más líneas propias para llegar a todo el sector productivo”.

La gran mayoría coincidió en señalar la falta capacitación del personal como un déficit, en tanto pusieron de relieve que “las empresas que comprenden el concepto de ‘Producción + limpia’ logran disminuir sus gastos, mejorar su percepción en la sociedad y ser más sustentables en el tiempo”.

La clave, en ese sentido, pasar por comprender la importancia de pensar los procesos de manera sustentable. poder pensarlos de manera más eficiente para, no solo minimizar impactos, sino mejorar económicamente y socialmente. “El cambio de paradigmas en cumplir con normas tiene que ser una oportunidad para mejorar, ser más eficiente. Falta un cambio de mentalidad empresarial”, se afirmó, introspectivamente.

“Las empresas que se desarrollan ya no compiten a nivel local, sino nacional e internacional. Necesitamos profesionales especializados con experiencia. Eso es difícil de conseguir en la zona. No sólo por calidad y nivel de sueldo. Sino por la posibilidad de seguir estando en el circuito profesional. Es difícil acceder a especializaciones”, concluyeron los asistentes.