En la ciudad de Reconquista se llevó adelante la primera reunión destinada a conformar la Mesa Intersectorial del Norte para abordar la problemática del suicidio, un espacio que reúne a instituciones, profesionales, gobiernos locales y actores sociales con el objetivo de coordinar acciones frente a una problemática que se profundiza en toda la región.
En ese marco, la concejal Ana Paula Capello participó del encuentro y dialogó sobre los desafíos, las necesidades y la importancia de trabajar en red para abordar la salud mental desde una perspectiva comunitaria.
– Estás participando aquí de la primera reunión para conformar la mesa intersectorial del norte sobre prevención del suicidio ¿Con qué expectativas?
– Creo que venimos trabajando este tema desde la salud mental, tanto desde el espacio político como desde programas como el Nuevo Oportunidad, que durante la gestión de Miguel Lifschitz tuvo una impronta muy fuerte en Reconquista y en el norte provincial. Hoy nos reencontramos con muchos compañeros formados en ese proceso, y también con quienes participaron en las charlas de consumo problemático y salud mental que organizamos en Vera junto a la diputada Varinia Drisun y Chiqui.
Considero fundamental darle continuidad a este trabajo. Es muy importante que el gobierno provincial ponga el tema en agenda, que hable de él y que convoque a todos los actores, porque siempre dijimos que es un trabajo en red. El suicidio es un síntoma de época, un problema social que crece, y es imposible que solo los profesionales de la salud aborden toda la demanda. Muchas veces la familia espera que un psicólogo o psiquiatra resuelva la situación en la primera consulta, pero la evidencia muestra que eso no sucede. Se necesita una red de acompañamiento: un amigo, un taller, el arte, distintos espacios de contención.
A veces no se genera ese vínculo necesario entre paciente y profesional, por eso es clave hablar de la importancia de construir otros ámbitos donde lo colectivo sostenga, escuche y acompañe. No es romantizar los vínculos: es abordar la salud desde un paradigma distinto, que es el que está dando resultado, porque la consulta individual no alcanza para todos y a veces tampoco es la solución.
– ¿Cómo evaluás las ponencias de quienes integraron la mesa?
– Son personas con amplio recorrido y mucha experiencia territorial en esta problemática. Valoro especialmente la escucha y la apertura, porque hoy participaron instituciones muy diversas. Lo importante será sostener la continuidad de esta mesa.
– Hay una apuesta a que participen los gobiernos locales. ¿Cómo está la situación en Vera?
– La semana pasada el Concejo trató una ordenanza para adherir al pedido del Concejo de Reconquista, que solicita declarar la emergencia en salud mental y asegurar guardia permanente en el Hospital Regional. Por supuesto acompañamos, pero también pedimos una reunión con los responsables de salud mental del Hospital de Vera. Nuestra función es conocer el diagnóstico local, saber qué herramientas hacen falta y qué gestiones ya están en marcha. Vera necesita una mirada propia además de la regional, por eso trabajamos en un diagnóstico de ambas ciudades para luego avanzar con las ordenanzas correspondientes.
– Como legisladora comprometida con esta problemática, ¿Qué mensaje les darías a las familias que están atravesando estas situaciones?
– Es muy difícil. Lo que uno hace como familiar o amigo muchas veces parece poco, porque la angustia, el dolor y el padecimiento también alcanzan a quien acompaña. A veces solo queda poner el hombro, estar presente, ofrecer un abrazo, escuchar y validar emociones. Eso se remarcó mucho en la jornada: no negar el padecimiento ni buscar razones externas para vivir, sino comprender qué hace que esa persona no encuentre sentido.
La escucha puede hacerla cualquiera; no hace falta ser profesional. El vínculo humano, la palabra, el acompañamiento y hasta el contacto físico, que muchas veces se perdió, sobre todo después de la pandemia, son herramientas fundamentales.
