
Hace unos días trascendió que debido a la jubilación de quien estaba a cargo de dicha repartición del municipio, los inspectores quedaron sin jefatura, sin nadie que los conduzca.
Este problema se debe a la tardía reacción de la gestión para buscar un reemplazo y al rechazo de todos aquellos a los que se les ofreció el puesto ya que, claro está, es un área difícil de conducir y para la cual se necesita mucha planificación y liderazgo, debido a que Vera cuenta con solo 8 inspectores para miles de habitantes y un parque automotor que crece aceleradamente.
Hoy el área se encuentra bajo la supervisión de la jefa de personal del municipio, cuya misión es “controlar” a los inspectores, más no así cumplir la función de la repartición y ordenar el tránsito local.
La falta de previsibilidad queda nuevamente al descubierto con la acefalía de una de las áreas más importantes que tiene el gobierno municipal.




















