
“Héroes de la tierra” tras la finalización del asfalto de la Ruta 3.
Una carta escrita por Gabriela, cuya familia dedicó 57 años al transporte de pasajeros por la Ruta 3, hoy asfaltada en su totalidad, invita a la comunidad a celebrar el “sueño cumplido” y a dejar de lado la crítica política.
La finalización de la obra de asfalto de la Ruta 3, una traza vial que durante décadas fue sinónimo de barro, aislamiento y dificultades en el norte provincial, ha despertado una ola de sentimientos encontrados. En medio de los debates de redes sobre la inauguración y la gestión, una voz se alzó para recordar el verdadero impacto humano de la obra: Gabriela, hija de pioneros del transporte en la zona, compartió una emotiva carta en redes sociales.
El escrito no solo rinde homenaje a la memoria de sus padres, quienes dedicaron mas de medio siglo a recorrer la ruta de tierra para conectar a poblaciones rurales olvidadas, sino que también es una invitación a la reflexión y a la celebración comunitaria.
Un legado de esfuerzo en el camino de tierra
Afrontaron las peores condiciones: meses de inundaciones, sequías y hasta la pandemia, pero se mantuvieron firmes para garantizar el servicio esencial de transporte en una región postergada. La nueva Ruta 3 asfaltada, más allá de la política partidaria, representa el fin de esa épica lucha diaria que libraron familias como la de Gaby
En su carta, ella honra a sus padres y los recuerda como verdaderos “héroes de la tierra” que ahora ven su sacrificio recompensado con una ruta transitable.
“Celebremos esta obra con gran alegría”
Con un llamado a la empatía y la unidad, Gabriela insta a la comunidad a enfocarse en los beneficios concretos de la obra en lugar de la crítica constante. La joven detalla cómo el asfalto es un cambio de vida para miles de habitantes del norte que ahora acceden a derechos básicos.
A continuación, un extracto de la carta:
“He leído y escuchado varios comentarios al respecto de la inauguración de la tan ansiada Ruta 3 y consideró desde mi humilde opinión, dejémonos de mezquindades, celebremos esta obra con gran alegría.
A quien le modifica quien la inaugura y veamos realmente que el sueño de mucha gente se cumple, pensemos y celebremos de que nuestro norte hoy puede transitarla a pesar de las inclemencias del tiempo, la gente puede acceder a un tratamiento medico, los jóvenes pueden soñar con un futuro académico, los docentes pueden cumplir su labor, sin necesidad de afrontar el barro y asi podría nombrar muchas cosas mas.
(…)
Celebró y honro a mi padre y a mi madre por afrontar en estos 57 años, meses de inundaciones, sequías, pandemia; pero firmes para brindar servicio a nuestro norte.
Quedan guardadas en mi corazon miles de anécdotas que surgen una y otra vez cada vez que nos sentamos a disfrutar de un encuentro. (…) Ocupemos las redes para construir y no destruir, sumemos y no restemos.
Los grandes héroes quedan en la memoria y en el corazón de la gente y estoy segura que nuestro gran referente esta en mas de uno.
Al fin sueño cumplido viejo querido!”
El mensaje de Gabriela se convirtió en un recordatorio poderoso de que el asfalto de la Ruta 3 es mucho más que una obra pública: es una puerta a la dignidad, la salud, la educación y, sobre todo, el cumplimiento de un anhelo postergado para generaciones enteras en el Norte.
Jorge del Barco