
La joven fue ultimada por su exnovio a cuchilladas en Villa Guillermina. Pesaba sobre sobre Ulises Gómez una orden de detención por violar la perimetral. La víctima vivía con miedo porque intuía que la iba a matar.
A las 14 del jueves, gracias a aportes clave de vecinos, Ulises Fabián Gómez (25) fue detenido en la localidad de San Antonio de Obligado cuando huía a bordo de una moto Corven Triax 150 cc. Horas antes, en la madrugada, había dado una cruenta muerte a quien fuera su pareja, Analía Ovando (25), en Villa Guillermina, el pueblo con pasado forestal distante unos 30 kilómetros.
Apenas fue apresado, quedó alojado en un celda de la comisaría de Las Toscas, acusado de haber ultimado a cuchilladas en la garganta a su exnovia, que murió a causa de las heridas propinadas por un cuchillo tipo serrucho por Gómez en el interior de Morocco, un local de juego de pool que atendía la joven.
El femicidio ocurrió alrededor de las 4 y en la escena del crimen quedó un charco de sangre, testigo escarlata del sangriento crimen que la propia víctima había alertado que podría ocurrir. Según pudo saberse de fuente seguras, el asesino esperó a que saliera del bar para seguirla, y tras interceptarla la obligó a regresar al local donde la atacó mortalmente.
El padre de Analía reconstruyó en declaraciones a medios de prensa que su hija vivía con miedo, temerosa porque “decía que la iba a matar”. Martín Ovando dijo que echó en repetidas oportunidades al femicida de su casa y que a raíz de esos incidentes buscaron asistencia judicial; era claro que la situación podía derivar en algo peor, que fue lo que pasó. “Es un drogadicto”, lo encuadró, en coincidencia con los relatos de otros habitantes de la localidad que dieron cuenta de la vida cercana a las adicciones y la violencia que llevaba Gómez.
El sujeto ya había sido denunciado por violencia de género y la justicia le impuso una orden de restricción de acercamiento a la que sería su víctima fatal. Pero nunca observó ese mandato judicial y, en consecuencia, se le dictó una orden de detención, que la policía local nunca llegó a concretar.
En lo que a todas luces aparece como homicidio en contexto de violencia de género claramente evitable, el fiscal del caso Carlos Koguc – que imputaría al sindicado el próximo martes- dispuso en las últimas horas un pedido de investigación sobre el incumplimiento de la orden detención de Gómez.
Relevo
En el mediodía del domingo y luego de la segunda marcha en reclamo de justicia por el femicidio de Analía Ovando, la Unidad Regional IX de Policía informó el desplazamiento del cuestionado titular de la comisaría de Villa Guillermina: “Por disposición de la Resolución 384/05 se designó y puso en cargo de jefe de Comisaría 8va. al subcomisario Martín Ramos, procedente de la Subcomisaria 9na. de Ingeniero Chanourdié, en reemplazo del inspector Patricio Alegre, quien paso a cumplir funciones en la Inspectoría Zona VI”, consignó la departamental de General Obligado.
En la noche del sábado, la plaza central del pueblo fue epicentro de una nueva manifestación de la comunidad guillerminense. Familiares y amigos de Analía Ovando protagonizaron “una marcha pacífica para exigir justicia por Analía y por todas las víctimas de violencia”.
“Estamos atravesando momentos de profundo dolor, bronca e impotencia
ante tanta injusticia. Por eso, pedimos que la marcha se lleve a cabo sin
violencia, con respeto y unidad”, pidieron.
En ambas manifestaciones, la del viernes y la de la noche sabatina, los vecinos cargaron sus críticas contra el accionar policial: “Ya la había amenazado en la plaza a ella y a las amigas”, enrostraron a un funcionario policial que los atendió en la primera ocasión, en la puerta de la dependencia local de seguridad.