Peligro en las rutas y nadie se hace cargo

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Los animales sueltos en las rutas siguen siendo un problema sin solución en nuestra zona.

A pesar de los reiterados accidentes que se registran en la Ruta 3, la misma Ruta Nacional 11 y con mayor frecuencia en la 98, nadie toma cartas en el asunto.

Ayer mismo había un tropilla de caballos sobre el asfalto, a escasos mil metros del control policial de la Rotonda, en la intersección de las Rutas 11 y 98.

Ni hablar si le toca viajar de noche, la muerte acecha en cada banquina y se te puede cruzar en cualquier momento, un segundo basta para producir la tragedia.

Solo basta revisar los partes policiales y las publicaciones que a diario dan cuenta de los hechos y sus consecuencias, autos destrozados y gente de otras provincias que quedó varada. La estadística es alarmante pero nadie se hace cargo como para poder controlar una situación que, evidentemente, ya se fue de las manos; tanto por la irresponsabilidad de los propietarios como por la apatía de los órganos de control que juegan al “gran bonete”, porque “no les corresponde, no le hacen caso o no tienen jurisdicción”.

En cuanto a los operativos están a la orden del día, ahora no solo te piden la documentación sino que también hasta te sacan una foto, aún a los vehículos oficiales, perfectamente identificados, que son sometidos al burocrático trámite, sabiendo que quien conduce es reconocido y está trabajando.

Eso sí, que en la requisa no te encuentren un kilo de asado en el baúl porque te caerá todo el peso de la ley, curiosamente la misma ley que no se hace cargo de los daños de los vehículos, del lucro cesante de los afectados y, seguramente, tampoco asumirá responsabilidad alguna a la hora de contar los muertos, producto de la inoperancia de quienes deberían velar por nuestra seguridad y nos dejan librados a la buena de Dios.

Manuel Mudry