Los hechos contra las propiedades se sucedieron hace dos semanas, pero al día de hoy no hay detenidos ni tampoco se pudieron recuperar los objetos robados.
Los 28 habitantes del paraje rural verense de Caraguatay aseguran que la paz se fue del lugar ubicado al norte de la ciudad.
La percepción no es errónea: en una día desvalijaron dos viviendas y un restaurante que funciona en ese enclave del distrito.
El interior de las viviendas de las familias Espinoza y Spies fueron dadas vueltas literalmente por los cacos en busca de elementos para robar.
La peor parte la llevó el local gastronómico Patio de Sandra y Antony, donde los malvivientes sustrajeron una lista interminable de objetos tras ingresar por una ventana.
En el salón robaron las cámaras de seguridad, electrodomésticos, jugueras, licuadora, mantelería, cuchillería, y todos los quesos y fiambres que había en las heladeras. También vaciaron el freezer.
A pesar de que en su raid delictivo dejaron marcadas las huellas de manos y pies, los investigadores policiales avisaron a las víctimas que no tenían cómo recoger esas evidencias.
“La policía no hace absolutamente nada. Somos 28 habitantes en Caraguatay Cómo puede haber 3 robos”, reclamaron los vecinos, y expresaron su malestar porque “dimos toda la información de quienes podrían ser, nos dijeron que iban a mandar a la PDI, pero no pasó nada. Lamentablemente, así estamos, se fue la paz en Caraguatay”.