El ministro de Gobierno ratificó esa condición a los actuales ministros y remarcó que no se los cuestiona “por sus fallos”, sino porque es necesario impulsar un proceso de transformación.
El ministro de Gobierno, Fabián Bastia, ratificó y volvió a defender la pretensión del gobierno provincial de reemplazar a los ministros de la Corte Suprema de Justicia “no por sus fallos”, sino para que sea un órgano que acompañe un proceso efectivo de modernización y cercanía. También negó que se pretenda nombrar “una Corte de amigos”, y aseguró que “eso habla más de ellos que de nosotros.
“Hay gente que tiene su opinión y que se manifiesta y creo que es importante que todos respetemos la manifestaciones de los demás”, dijo Bastia. Foto: Guillermo Di Salvatore
Bastia rechazó definir como “hostil” el clima con el que se encontraron los funcionarios al arribar a Tribunales para el juramento de los miembros de la Cámara de Apelaciones de Ejecución Penal, en el contexto de una concentración de empleados judiciales en la que no faltaron insultos ni pancartas.
El ministro concurrió acompañado por su par de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, y saludó estrechando las manos a algunos de los manifestantes, que llevaban consignas en defensa de la independencia del Poder Judicial y de reclamo por las demoras en firmar decretos sobre movimientos de personal.
“Hay gente que tiene su opinión y que se manifiesta y creo que es importante que todos respetemos la manifestaciones de los demás, si queremos que respeten la nuestra. Así que creo que es parte de una coyuntura y de circunstancias que nos son absolutamente ajenas al Poder Ejecutivo, pero que entendemos en el lugar que se encuentran en los manifestantes y bueno, es parte de la realidad nuestra de todos los días”, interpretó.
Miradas diferentes
Al hacerle notar que parte del reclamo está vinculado a la pretensión del gobierno de producir cambios en la Corte Suprema, Bastia sostuvo que “está claro que nosotros tenemos una mirada que tiene que ver con ordenar y con un nuevo funcionamiento del Poder Judicial; de la Justicia en su conjunto”.
Y profundizó: “A la Justicia no hay que tomarla como una palabra vacía, sino todo lo contrario: es un valor fundamental, y representado por un poder en un sistema republicano, un poder del Estado. Pero es gobernada por la Corte y evidentemente, quienes no han podido realizar cambios en todo su trayecto o en todo caso han consolidado situaciones que no eran acordes a las demandas sociales, y que se han ido complejizando y profundizando, está claro que no están en condiciones de llevar adelante todos esos cambios en línea con lo que nosotros pretendemos”.
El ministro de Gobierno, sostuvo además que la posición del Ejecutivo “precisamente no tiene que ver con los fallos de la Justicia, sino con un funcionamiento eficiente de la misma, con una cercanía, una proximidad, un resultado inmediato, para que el justiciable se sienta realmente acompañado por el Estado ante una situación que lo afecta, y no en esa situación de muchas veces desamparo que todos los justiciables manifiestan que pasan años”.
“Debe modernizarse”
Bastia insistió en que esto es así “independientemente de organizaciones territoriales, fueros y demás, sobre los que podemos escribir y hablar muchísimo sobre el tema, pero que no ha sido llevado adelante, y entendemos que debe modernizarse y lógicamente estar acorde a valores ciudadanos. La eficiencia es uno, pero entender que pagar impuestos a las Ganancias es de ciudadanos, pagar el Iapos como lo pagan todos los empleados públicos de la provincia también, y también entender que hay que tener un vínculo con la provincia mucho más allá del presupuestario. Acá les paga el sueldo la provincia, con impuestos que se recaudan de los santafesinos, se jubilan en la Caja de Jubilaciones de la provincia, pero se fijan los sueldos desde la Nación”, añadió.
Bastia también negó que la idea de cambiar la Corte sea solo del gobernador Maximiliano Pullaro, y se basó en el proyecto de reforma del Poder Judicial presentado por el Partido Socialista en su conjunto, que entre otras cosas fija el límite de 75 años de edad para el retiro. “Y otra cosa: nosotros no queremos cambiar la Corte para poner amigos. Lo que pasa es que eso habla más de ellos que de nosotros. Imagínense: uno ingresó porque era el primo y amigo de Reutemann; otro el abogado personal de Reutemann; otro porque se encargó de la Ley de Lemas y este fue el premio”, argumentó el funcionario.