A raíz de una denuncia radicada por el propietario de un campo de 120 hectáreas referente un robo de hacienda, Los Pumas de Vera iniciaron una investigación que resultó con detenidos y secuestro de carne malhabida.
El ganadero dio cuenta que haciendo recorridos diarios notó la faltante de un ternero y logró encontrar los restos del animal, cabeza vísceras y patas, ya que lo habían faenado, y agregó que el domingo en horas de la tarde, cruzó a tres sujetos que iban en dos motos.
Los agentes rurales se constituyeron en un domicilio de la ciudad de Vera y realizaron una requisa domiciliaria. Fueron atendidos por su principal morador quien tras seer interiorizado de la presencia policial no opuso reparo alguno.
En el lugar, Los Pumas secuestraron 6 kilos de carne vacuna, una balanza marca Stan lux en funcionamiento y un teléfono celular marca Quantum de color rojo, con funda marrón. Seguidamente, aprehendieron al dueño de casa, quien expresó a viva voz que el producto cárnico en cuestión se lo habría dado su concuñado para que lo vendiera.
Ante esa declaración, los efectivos se apersonaron en el domicilio del sindicado y llevaron a cabo otra requisa, de donde surgió el secuestro de por el detenido 60 kilos de carne vacuna de distintos cortes, restos de cuero negro, un freezer sin marca visible en mal estado de conservación, un cuchillo marca Encina cabo blanco, con una chaira sin marca visible y un teléfono celular marca Samsung J2 Core.
Al ser aprehendido, dijo que los cortes cárnicos le habían sido vendidos por un vecino por la suma de cincuenta 50 mil pesos.
El fiscal de turno, tras ser interiorizado del caso, ordenó que se individualice al tercer involucrado y con respecto a los aprehendidos se les atribuya la figura penal de encubrimiento de abigeato.
En la vivienda del tercer sospechoso, Los Pumas hallaron una moto Zanelaa 110 cc de color rojo conteniendo en su baúl un cuero de pelaje pampa colorado. Al momento de ser arrestado, este cuatrero actuó violentamente y resistió la detención, aunque igual fue reducido.
El examen veterinario del producto en cuestión determinó que los cortes cárnicos y cueros en cuestión pertenecían a dos animales vacunos diferentes, debido al pelaje y tamaño ambos categorías terneros. Además, estableció que los mismos cortes eran de origen vacuno, que por sus características organolépticas provenían de una faena en un lugar no habilitado y sin control bromatológico alguno, no encontrándose apto para el consumo humano por lo que realizó su desnaturalización.