Un informe del CMMC anticipa que las precipitaciones tenderán a mantener acumulados medios por debajo de los habituales. Los niveles del río Paraná tendrían una tendencia en valores bajos para el resto del año.
La situación en julio se presentó dentro de lo previsto en toda la provincia, marca el último reporte de perspectivas climáticas del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT, y aconseja que las estadísticas deben “mirarse con lupa”. Puntualmente en la capital provincial, el acumulado de lluvia mensual fue prácticamente el normal para el mes, con 25,1 mm (contra 25,5 mm de promedio de los últimos 10 años). Sin embargo, 22,9 mm cayeron prácticamente en un par de horas del día 19, con lo cual “decir que la lluvia del mes fue ‘normal’ es una afirmación incorrecta”, afirma.
En el informe semestral sobre situación meteorológica que abarca desde agosto 2024 hasta febrero 2025, la asociación civil dedicada al estudio del clima grafica que “en el resto de la provincia y salvando este detalle, el déficit de precipitaciones fue generalizado”.
Al analizar las temperaturas, el CMMC indica que la situación también se cumplió como estaba previsto, registrando temperaturas medias para junio 2024 que fueron entre 1,5 y 2° por debajo de la media de los últimos 10 años.
De nuevo, tomando como referencia la ciudad capital, cita que se registró la media más baja para el mes de los últimos 12 años, en tanto aclara que “no se registraron temperaturas extraordinariamente bajas”. Esa situación se vio producida por un “bloqueo atmosférico” que prolongó un período de bajas temperaturas entre el 8 y el 14 de julio, explica el memo, y resalta como dato anexo que en ese período se registraron fuertes heladas en todo el territorio santafesino.
Lluvias
En lo referente a perspectivas a futuro, el Sistema de Alerta Temprana se ocupa del mapeo de precipitaciones para los próximos 15 días, periodo en el que las lluvias más generosas se ubicarán en el extremo noreste de la provincia con valores entre 50 y 80 mm, mientras que para el resto de la zona norte se prevé entre 10 a 50 mm. Paralelamente, en centro y sur provincial los acumulados disminuirán a 3 a 15 mm, si bien no se descarta que en forma localizada pueda ocurrir algún acumulado mayor.
Los modelos analizados a 30 días dan cuenta que “los acumulados no cambian de distribución. Los valores ascienden a 70 a 125 mm en el extremo noreste, mientras que el noroeste tendría 20 a 50 mm. Yendo al centro y sur, los valores se ubican entre 15 y 40 mm”.
Extendiendo el plazo de 45 días, el estudio vaticina que “los acumulados probables aumentan a 90 a 175 mm en el noreste y 40 a 90 mm en el noroeste. El centro y sur provincial acumularían entre 30 y 60mm”. Esos valores se ubicarían dentro de los valores normales para época, sin embargo “los acumulados podrían presentarse en cortos períodos de tiempo, presentando una anormalidad en la distribución temporal de las lluvias”, advierte.
En el plano que va más allá de los 45 días, en el análisis de la secuencia de imágenes de anomalía de temperatura de los océanos se observa que el Océano Pacífico ecuatorial continúa relativamente frío, pero con una “suave tendencia a aumentar su temperatura hacia el comienzo del próximo año”, especifica .
Cuenca hídrica
Mientras tanto, el Atlántico en la zona del Anticiclón Santa Elena frente a las costas de Uruguay y sur de Brasil se mantiene con temperaturas relativamente
frías hasta el final del período. Sin embargo, aparecen ciertos “puntos calientes” en otras zonas que podrían realizar un aporte de humedad si el anticiclón se ubica en esos lugares, compara el CMMC.
Lo descripto, consigna, podría producir precipitaciones importantes en los meses de octubre (con probabilidades en toda la provincia), noviembre (en el norte) y diciembre (en el sur), muy esperadas por cierto en toda la bota donde la sequía se hace sentir.
“Teniendo en cuenta todo esto, se espera que las precipitaciones tiendan a mantener acumulados medios por debajo de los normales, salvo casos puntuales”, refiere, y deduce que “con esto, los niveles del río Paraná tendría una tendencia en valores bajos para el resto del año. Solo la ocurrencia de precipitaciones abundantes en forma localizada en la cuenca alta podría producir elevaciones temporarias del nivel del río”.
Calor
En cuanto a las temperaturas, para semestre abordado se esperan valores por encima de la media, lo que sugiere un predominio de cielos con poca cobertura nubosa.
“Todo esto se condice con un comienzo de una fase “La Niña” del fenómeno ENSO en toda la región. Dicho fenómeno tendría una intensidad leve durante la primavera y el verano próximos”, completa el trabajo del Centro, apoyado con imágenes satelitales y cuadros demostrativos.