Concurso de Vicentin: fuerte crítica de un especialista en derecho al pedido para levantar las cautelares

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Javier Ortega, es especialista en derecho y economía. El profesional fue asesor legal en la intervención del Estado al grupo agroexportador en default. Cuestionó el accionar de la justicia Civil y Comercial y advirtió que el resto de los acreedores se va quedar con “chauchas y palitos”.

Javier Ortega es doctor en Derecho Público y Economía y fue abogado de la intervención del Estado en la primera parte del extenso y dilatado conflicto suscitado a raíz del inconmensurable default de Vicentin SAIC, el de mayor magnitud de la historia argentina.

Su participación en el equipo interventor se produjo por obra de Gabriel Delgado, el economista designado por el gobierno nacional para estar a cargo de la intervención estatal de la empresa, que lo convocó. Su recuerdo de aquellos días no es grato, ni de cerca: el equipo que integraba fue corrido de un hotel céntrico de Reconquista donde se hospedaba por una marea humana que se agolpó frente al ingreso al lugar de alojamiento para exigir su retirada y defender a Vicentin.

Ese incidente sucedido en junio de 2020, en plena pandemia, quedó grabado en su memoria y fue lo primero que citó a hacer uso de la palabra tras la proyección del documental “Cuellos blancos”, del realizador Andrés Cedrón, en el Cine Teatro Español de Reconquista.

“Espero que esta vez me traten mejor”, bromeó, al borde de la ironía, el abogado tucumano frente a una sala colmada, y sintiéndose protagonista de un devenir circular.

Su presencia en la sala -lo explicó de entrada- obedeció al deseo del autor del film que se terminó de grabar en diciembre de 2023 de explicar la actualidad del caso judicial, de actualizar al público sobre las novedades que fueron ocurriendo luego de aquella fecha.

 “Piden levantar las cautelares para que las acciones de Renova pasen a Viterra”, señaló el abogado Javier Ortega.

De esa manera, Ortega puso en palabras terrenales la última resolución judicial sobre el concurso, denominada “Ordenatorias Vicentin”, alumbrada por el juez Fabián Lorenzini en jueves 25 de julio y en la que, entre otras consideraciones, solicitó “respetuosamente” al tribunal competente del fuero penal rosarino que “tenga a bien disponer las medidas conducentes al levantamiento de las cautelares que pesan sobre aquellos bienes y activos de la sociedad concursada Vicentín SAIC, cuya disponibilidad resulte necesaria para el cumplimiento del acuerdo concordatario homologado”.

Fue lo que dispuso la Cámara de Apelaciones en su homologación del acuerdo, que el juez de primera instancia requiriera por las vías correspondientes el levantamiento de las medidas cautelares que afecten el cumplimiento del acuerdo homologado.

A un dólar de 60 pesos

Para el profesional, el acuerdo preventivo “consiste en que las acciones de Renova se las termine por quedar Viterra, o sea que no ingresen en el acervo patrimonial adonde todos los acreedores podrían cobrarse. Primero, las acciones que quedan se van directamente a Viterra y después, con lo que quede, recién los acreedores pueden ver la cobrabilidad que hay con respecto al concurso preventivo”.

“Glencore ya no es, y Viterra fue absorbida por Bunge, hoy por hoy Viterra le pertenece a Bunge”, puso en claro quien también es docente de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Paralelamente, sostuvo: “ Los activos valiosos de Vicentin que están en Timbués se los quiere quedar Viterra a nombre propio, y los de San Lorenzo se los quiere quedar Bunge. Pero Bunge y Viterra son lo mismo, así que vemos un mecanismo de ‘precio de transferencia’”.

En términos fácticos, aseguró que “lo que se homologa como acuerdo es justamente eso, que las acciones que tiene Vicentin en Renova pasen directamente a Viterra, que así Viterra se quede con el 100 % de la mayor extrusora de soja del mundo; o sea que Bunge se va quedar con San Lorenzo y también con Timbúes”. “Y el resto -de los acreedores- con chauchas y palitos, con pesos a valor dólar a un tipo de cambio de febrero de 2020, que era de 60 pesos”, indicó.

El decisorio del Juzgado Civil y Comercial de Reconquista designó a los acreedores Cooperative Rabobank UA, Unión Agrícola de Avellaneda Cooperativa Limitada y Cereales Desc SA como integrantes del comité definitivo de control.

De acuerdo a su análisis del último incidente en el derrotero concursal, ahora, lo que está pidiendo la justicia Civil y Comercial “es que las cautelares, por las cuales están trabadas las acciones que están en Renova, se levanten para que puedan pasar directamente a Viterra”, pero “lo que la justicia Penal dice es que tiene el decomiso sobre esto y que si las descautelan y se prueba después que hay un ilícito, aquel que lo cometió va a poder gozar del botín, y eso está penado por tratados internacionales”.

Nueva audiencia

Por lo pronto, el juez Lorenzini fijó para el 28 de agosto a las 9 una audiencia presencial a la cual deberán comparecer la sociedad concursada Vicentin, los representantes de las empresas inversoras adquirentes de los bienes y activos de la concursada (conforme a los términos del acuerdo homologado), los integrantes de la Mesa Técnica que deseen asistir, la Sindicatura Plural, el Comité de Acreedores y los interventores.

Según detalló el magistrado, los objetivos propuestos para esa oportunidad son dos. Primero, que Vicentín SAIC informe la evolución de la situación de la caja y el flujo de fondos de la compañía, tanto para el giro comercial como en cuanto respecta puntualmente al cumplimiento del acuerdo; el estado de avance para la constitución los contratos de fideicomiso propuestos en el concordato; las medidas de cumplimiento y el cronograma para el pago a los acreedores; el “swap” de los activos; la constitución del nuevo Directorio de la compañía; la emisión de acciones de la compañía, y demás cuestiones que los presentes o el Tribunal puedan plantear en dicha oportunidad.

Y segundo, que los demás funcionarios y auxiliares del tribunal brinden sus informes al respecto de los mismos y otros puntos relevantes que deberán tenerse en cuenta para establecer el cronograma de seguimiento del concordato.

“Cuellos blancos”

El documental que revela la trama detrás del estrés financiero, la venta de acciones y el intento de expropiación de Vicentin fue estrenado en la noche del viernes en el Cine Teatro Español de Reconquista, con plateas agotadas y la presencia de delegados sindicales -en retiro y actuales-, legisladores provinciales -Carlos del Frade y Sergio Rojas-, del director Andrés Cedrón. Una vez que las luces blancas se encendieron en el espacio cultural que va camino a su centenario y tras el cerrado aplauso que coronó la presentación, los asistentes pudieron expresar a viva voz sus opiniones y pareceres en un clima de emoción colectiva que bien puede ser considerado histórico.

En el libro «Empresa global y ganancias privadas: cómo los ciudadanos y el interés público están siendo estafados», Javier Ortega, (a la izquierda, de trae) doctor en Derecho Público y Economía de Gobierno, docente de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), y David Shapiro, –profesor de la Universidad de Nueva York y exfiscal en EE UU– ejemplifican con el caso Vicentin-Glencore mecanismos societarios y financieros fraudulentos de empresas transnacionales. Ortega fue asesor legal en «la primera parte de la intervención» a la cerealera, por lo que conoció de primera mano las dinámicas de la empresa.