El caso se remonta a 2022. De acuerdo a esta vecina, al día de hoy persiste la situación. Apunta contra un aserradero y dice que no tuvo respuestas a su planteo formulado en el Juzgado de Faltas . “No estoy en contra de que trabajen, pero así no se puede vivir”, reclamó.
“Vivo con un caso de contaminación ambiental y sonora, hace años pido una solución pero no obtengo respuestas. Por favor, le pido que me brinden la posibilidad de exponer mi caso, de explicarle y, si existe la posibilidad, de presentarme hacer una nota no tengo problema”.
Con esa frase, Carina Vicolungo contactó a la redacción de InfoVera para exponer su caso, el de su familia, que remonta a septiembre de 2022, cuando realizó la primera denuncia contra el titular de un aserradero a cielo abierto ubicado en el barrio Sección Quintas, pegado a la vivienda donde habita con su esposo y dos hijos.
De profesión policía -trabaja en Santa Fe-, con estudios terciarios completos, relató en la charla telefónica el devenir del problema cuya vigencia se extiende incluso hasta antes de su primera presentación ante el Juzgado Municipal de Faltas.
“Cuando hice la denuncia ya hacía un año que nos habíamos ido a vivir ahí”, recordó, para situar la altura catastral de su casa: Belgrano 2925.
Polvillo
En aquella oportunidad, junto a su esposo Enzo Vázquez, se presentó ante la jueza de Faltas y dio cuenta de lo que consideró como “contaminación ambiental y sonora”. En el acta quedó reflejada su “formal denuncia contra quien tiene una máquina industrial de cortar vigas en un terreno lindante. Con la máquina que tiene llena de polvillo toda la casa, nuestros hijos no pueden salir afuera ya que siempre está lleno de polvillo y afectará su salud como la nuestra en un futuro”.
Ante la funcionaria a cargo de juzgamiento y sanción de las faltas, infracciones y contravenciones a las normas municipales, describió: “Tenemos una pileta y no la podemos usar ya que el agua está siempre sucia debido al polvillo, es imposible mantenerla limpia. Apoya vigas en nuestro tapial, motivo por el cual se está rajando todo. Encima hace muchísimo ruido con la máquina prendida desde las seis de la mañana hasta la noche”.
En esa instancia, sus dichos quedaron asentados en el escrito de comparencia, rubricado al pie por la titular de Faltas, Corel Nerina Zampar. De ahí en más, pasó el tiempo sin que tuviera novedades sobre su demanda. Eso la motivó a concurrir al Centro Territorial de Denuncias de Reconquista, para certificar su exposición, y también a la delegación norteña del Ministerio de Medio Ambiente de la provincia.
En ambas reparticiones provinciales dejó constancia de su reclamo: “Hice varios reclamos en la Municipalidad el día 19 de septiembre (de 2022). Fue la última vez que me comuniqué con la Jueza de Faltas. Fueron los inspectores a contactar la situación. Me dijeron que lo iban a citar el día siguiente, pero no sé si lo hicieron. Me asesoré con una ingeniera ambiental de la Municipalidad de Santa Fe, quien me recomendó que haga la denuncia correspondiente en este Centro Territorial y también en la Secretaría de Medio Ambiente de la ciudad Reconquista”.
Mediación
Quienes la atendieron, dejaron aclarada la posibilidad a una solución alternativa de conflicto por vía de conciliación o mediación penal. Pero, otra vez, nada de eso ocurrió.
Ya en abril de 2024 “todo sigue igual, todos los días, no sé qué más hacer, no entiendo por qué no se toman medidas, no entiendo qué es lo que pasa porque hace más de tres año que venimos esto”, expresó su queja, con impotencia.
“No estoy en contra de que trabajen, pero así no se puede vivir. No entiendo cómo no le exigen que cierre el lugar, que haga un galpón”, se indignó.
Hacia adelante, aseguró que irá al Concejo Municipal a peticionar que el órgano legislativo de ocupe del tema. “Ya fui una vez, pero no pasó nada. Voy a volver a ir para que ver si me pueden ayudar con esto, hace años pido una solución pero no obtengo respuestas, no me voy a quedar de brazos cruzados”.
