El intendente de Calchaquí, Rubén Cuello, puso oficialmente en funciones a los miembros del gabinete municipal que, en principio, lo acompará en los próximos 4 años.
En un acro realizado en la sede municipal, el mandatario tomó juramento a su equipo en el que se repiten nombres que vinieron formando parte del gobierno:
Secretaria Institucional: Lic. María Carla Diez.
Secretario de Hacienda y Finanzas: CPN Pablo Monzón.
Secretaria de Desarrolo Social: Lic. Antonela Beltramino.
Secretaria de Producción: CPN María Paula Ferreyra.
Secretario de Obras y Servicios: Martín Siri.
Secretario de Seguridad: Luis Figueroa.
La confirmación de la mayoría de los nombres no hace más que evidenciar cierta soledad política en la que se encuentra el intendente que transita su quinto mandato consecutivo.
Son funcionarios leales, pero que no traccionaron apoyos hacia Cuello. Y eso quedó demostrado en los resultados de las elecciones generales del año pasado. Si no, cómo se explica que con el histórico volumen de obras públicas que logró la gestión -nueva terminal, cloacas, asfalto, ripio a El Cristal- la reelección haya estado al borde la cornisa, contra adversari@s que poco y nada tenían para mostrar.
Cuello apuesta a un gabinete con escasas capacidades políticas en medio de un escenario donde los gobiernos provincial y nacional le son adversos. Lo que implica tomar un riesgo innecesario, un error no forzado que podría costarle caro, muy caro. Hoy más que nunca necesita de laderos que entiendan de qué se trata, como Eugenio Valiente, Adrián Spreggero y Joana Mussín, que ya no están más.
En medio de este mar de fondo, sus contrincantes tienen ahora anclaje político en la Casa Gris.
La nueva gestión provincial fortaleció y empoderó a Juliana Caillat con un puesto encumbrado en el Ministerio de Gobierno, y la abogada que fuera candidata a intendente juega fuerte sus cartas. Seguramente ira por el sillón de Roque Sáenz Peña 1115.
Otro con el que Cuello construyó un enfrentamiento cuando se ilusionaba con la senaduría departamental fue el presidente comunal de Margarita. Ariel Bolaños es, hoy por hoy, el bendecido por la gestión del gobernador Maximiliano Pullaro para que consiga la banca del Senado para la UCR, dentro de cuatro años. Un hombre suyo quedó al frente de Vialidad Vera, y no hay acción del gobierno provincial en el departamento en la que no participe. “Es el poder real dentro de Unidos”, se asegura en los corrillos políticos.
El panorama actual no hace más que ir en desmedro de cualquier pretensión de máxima del jefe municipal de Calchaquí: su proyecto senatorial duerme el sueño de los justos y tiene en rojo el rótulo de “cancelado”; y alguna otra variante legislativa sería solo una utopía.
En consecuencia, la única que le queda al cuatro veces reelecto intendente de Calchaquí es hace la “gran Seco Encina”: no dejarse cautivar más por cantos de sirena y defender a capa y espada su permanencia en la intendencia. Tal como siempre hizo el extinto intedente verense, al que propios y ajenos le reconocían sus dotes de estratega político.
Cuello no debería perder de vista lo importante. Pero, a la luz de la reciente designación de sus colaborares, es claro que ese cometido se hará cada vez más cuesta arriba.
