En el sur de Goya buscan el cuerpo de un pescador de Romang desaparecido en el río Paraná

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Lanchas de la Prefectura Naval Argentina buscan en el sur de Goya a un pescador de 40 años que desapareció el martes 31 de octubre cuando se hundió la embarcación en la que navegaba junto con compañeros.

Se trata de de Ramón Alberto Centurión, de Romang, Santa Fe, quien fue arrastrado por el oleaje de un crecido río Paraná.

Además de los efectivos de las prefecturas de Goya y Esquina, también se hallan abocados en los rastrillajes  bomberos voluntarios de Romang, Alejandra y San Javier, todas ciudades de Santa Fe, y policías de la Unidad Regional XIV del norte santafesino con una embarcación.

Al frente del expediente judicial se halla el titular de la unidad fiscal, Alejandro Rodríguez, quien informó al portal ReconquistaHoy que la investigación penal del suceso quedó en manos del Poder Judicial de Goya, por razones de jurisdicción, ya que de acuerdo con el relato del compañero que logró salir con vida, el hundimiento fue en la costa correntina del Paraná.

Cuando ocurrió el naufragio, alrededor de las 22, Víctor Ezequiel Ramseyer, de 43 años, también domiciliado en Romang, alertó sobre lo ocurrido.

Esa noche, Jorge Antonio Vega contó a la policía de la ciudad santafesina de Alejandra sobre la desaparición de Centurión.

Explicó que su hijo, Daniel Vega, desde la zona de islas, le avisó del luctuoso hecho, que había ocurrido, cerca de su rancho, en la zona de El Colorado.

Con esa información, los efectivos policiales se trasladaron hasta el rancho de Daniel Vega, donde obtuvieron el relato del sobreviviente. Señaló que navegaban por el río Paraná, junto con Ramón Centurión, que era además propietario de la embarcación con motor Titán de 40 HP.

Explicó que debido al oleaje, entró agua y eso provocó el hundimiento.

Ramseyer añadió que logró mantenerse a flote por varias horas, debido a que se abrazó a un bidón vacío que era utilizado como boya para las redes.

En esas circunstancias y en medio de la oscuridad contó que llamó repetidas veces a Centurión, pero nunca tuvo respuestas.

Luego de llegar a la orilla y descansar, caminó durante la madrugada en procura de ayuda que no consiguió, hasta que con la luz del día, llegó al rancho de Vega, quien lo atendió junto con Cristian Rojas y le facilitaron prendas de vestir, ya que se encontraba mojado.

El hombre admitió además que navegaban sin chalecos salvavidas y que no sabía si su compañero sabía nadar.