Estanislao Bougain, director independiente, señaló que no hay nadie más que los inversores estratégicos con capacidad para invertir US$500 millones pagar a los acreedores, sostener las plantas activas y mantener trabajo y salarios.
“En este momento Vicentin está operando a plena marcha. Todas las plantas están funcionando y los trabajadores en sus puestos, percibiendo sus salarios, recibiendo las cargas sociales”, explicó Estanislao Bougain.
“Si por un camino irrazonable llegamos al cramdown, si este fuera el caso, la situación va a cambiar drásticamente”. Pérdidas de capital de trabajo y caída de salarios es lo que el director independiente en Vicentin, Estanislao Bougain, augura para el futuro de la empresa si el concurso de acreedores no alcanza la homologación del acuerdo alcanzado.
Este martes o el otro -según trascendió- la Corte santafesina podría tratar si se “avoca” en el expediente que lleva adelante el juez civil de Reconquista, Fabián Lorenzini. A instancias de un grupo minoritario de acreedores que no consintió el acuerdo concursal, el presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, pidió el expediente para revisar eventuales irregularidades.
“Confiamos que habrá criterio jurídico; esperamos que la Corte resuelva pronto”, devolviendo el expediente al juez de primera instancia. “Es lo que nos va a permitir empezar a pagar; tenemos todo dispuestos y cuanto antes ocurra, mejor”, dijo el abogado en diálogo con El Litoral.
“Todas las conformidades están presentadas en el expediente. Tenemos la doble mayoría de personas y capital y esperamos confiados”, insistió el directivo, en referencia a las exigencias de la ley de Quiebras para que la oferta concursal sea aprobada.
“En este momento Vicentin está operando a plena marcha. Todas las plantas están funcionando y los trabajadores en sus puestos, percibiendo sus salarios, recibiendo las cargas sociales. El conjunto está funcionando a pleno, normalmente, no veo que vaya a pasar nada para que eso cambie. Salvo que no vayamos a la homologación”, explicó.
Bougain advirtió que “no hay ganadores en el cramdown. Va a ser un desastre para todo el mundo. Es importante entender que para que el cramdown funcione, haría falta que alguien garantice mínimamente US$500 millones anuales de capital de trabajo.. Hace un año eran US$300; el aumento es por el incremento de los commodities.
“Eso -añadió- y que alguien garantice que los acreedores van a cobrar algo. No hay en el mercado nacional e internacional un actor que venga a la Argentina con tal inversión. No hay quien pueda tomar posesión de Vicentin, de no ser los acreedores estratégicos que han firmado contratos con nosotros”, sostuvo en referencia a Viterra, Molinos y Bunge.
Consultado si esos mismos inversores podrían participar de un cramdown, señaló que “no lo harán, lo han dicho ellos. Habría que preguntarles de vuelta. Pero además han dicho que los contratos a fasón que sostienen a la empresa, se van a terminar inmediatamente”.
¿Hubo ventas ilegales?
Consultado si Vicentin vendió activos “inhibidos” en el marco de expedientes penales que tramitan en Rosario, y que justificaría el avocamiento de la Corte, Bougain dijo que “ahí se ha creado una confusión que sólo se concibe en quienes están fuera del expediente.
“Jueces, síndicos, los mismos acreedores saben con claridad que no hemos vendido nada.
Lo que hicimos y que era imperativo hacer es firmar contratos sujetos a la condición suspensiva de que los jueces lo permitan. Entonces, esos contratos, cuando tengan efecto, van a producir la venta de Renova. Hoy no tienen efecto; el 33% de Renova sigue en el patrimonio de Vicentin y así seguirá hasta que los jueces decidan”.
Recordó que “Vicentin va a desinvertir en Renova, que es una sociedad en la que tiene acciones. Vendiendo eso va a pagar las cuotas 1 y 2 a los acreedores; con el resto de los aportes de inversores estratégicos va a pagar gastos de justicia y algunas inversiones para modernizar alguna planta. Y la compañía va a operar regularmente durante 12 años para pagar el último tramo de su deuda.
“La nueva compañía -de homologarse el acuerdo concursal- va a estar administrada por 3 directores 100 % independientes. La semilla, la compra, la venta, no queda en manos de Vicentin sino de cada uno de los socios estratégicos. Va a ser una compañía sin riesgo comercial: no va a ganar ni perder plata. Prestará servicios de fasón para los estratégicos”, concluyó
¿Qué es?
El denominado “cramdown” es el último intento de salvataje a una empresa, previsto en la ley de Quiebras. Vencido el “período de exclusividad” sin que el deudor hubiera obtenido las conformidades requeridas por la ley, el juez del concurso abre un registro en el que cooperativa de trabajadores, acreedores o terceros formulen una propuesta de rescate que evite la quiebra.
La situación del Banco Nación
Bougain aclaró que el Banco Nación no puede por sí solo trabar la homologación eventual del acuerdo de acreedores, que ya tiene los consentimientos mínimos requeridos por la ley: dos tercios del capital y la mitad más uno de la cápita.
“El Banco Nación tiene US$70 millones de dólares de crédito común (quirografario) como tienen los demás dentro del concurso, y US$225 millones de dólares privilegiados, que no entran en el concurso. Allí la situación es bilateral Vicentin-Banco Nación.
“A eso -dijo- hay que atender y dar solución después de la homologación del concurso, Queda pendiente de solución y hay que encararlo inmediatamente después de la homologación del concurso”.
En cuanto a la suerte de la Algodonera Avellaneda, el director expuso que “no es parte de Vicentín ni está en el concurso preventivo. No es parte de la empresa concursada y no tiene relación jurídica. Yo trabajé exclusivamente para Vicentin”.
Juicio político
“Es un supuesto teórico sobre el que no me puedo pronunciar”, dijo Bougain sobre el pedido de juicio político a Lorenzini. Fue planteado por Gustavo Feldman, representante del Grupo Grassi, un acreedor contrario a la oferta de pago de Vicentin. “Es raro que el enjuiciamiento se pida en el momento decisivo de la homologación y coincide con circunstancias que han pasado atentando en las últimas semanas, atentando contra la resolución del concurso”.
Empresa estatal
“No creo que sea posible. Hay una cierta ambigüedad en las declaraciones del presidente; es una declaración de deseos. Hay que poner US$500 millones y pagar a los acreedores. No creo que haya un plan oficial para hacer de Vicentin una empresa nacional. Hay generalidades; el presidente del Banco Nación ha dicho que le interesaría pero no va a poner la plata. Son manifestaciones que respeto, pero son expresiones generales. Lo que hay en el expediente es una propuesta concreta, tangible, real, garantizada por los inversores estratégicos. Es indubitable que eso se cumpla”.
Fuente: El Litoral