El presidente del justicialismo santafesino se manifestó preocupado por las consecuencias que dejó el proceso electoral entre los principales dirigentes. La semana que viene convocará al concejo provincial y a las departamentales para fijar una estrategia para los próximos dos años.
El presidente del Partido Justicialista, Ricardo Olivera, considera que el peronismo en las elecciones generales repitió los errores de las Paso, cree que la gestión provincial tiene porcentajes de adhesión superiores al 32% que sacó el Frente de Todos en Santa Fe y que lo primero que se necesita para superar la fractura que dejaron las primarias son gestos generosos de los dirigentes más importantes.
– ¿Qué lectura hace de la elección?
-La primera es la misma que las de las Paso. Muchos no entendimos que la realidad es distinta, que la provincia es diferente, que el mundo cambió, y en ese escenario creo que repetimos errores usando en la campaña metodologías que hoy no son las adecuadas para entender lo que le pasa a la gente con los problemas que tiene de pobreza, del trabajo informal, la inflación que ha calado muy hondo. La segunda es que tenemos un gobierno nacional muy centralizado, que tomó decisiones dependiendo del AMBA y la provincia de Buenos Aires. Todo el esfuerzo que se hizo fue principalmente para recuperar tres puntos en la provincia de Buenos Aires, que se planteó como una cuestión de vida o muerte. Una muestra de lo que digo es que en el escenario del domingo a la noche no había nadie del interior.
-¿Respecto de lo que ocurrió en la provincia?
-Así como influyó la cuestión nacional también digo que el 32 % que sacó el Frente de Todos no expresa lo que piensan los santafesinos del gobierno provincial. Me parece que la idea que hay de la gestión está más arriba de ese porcentaje, por la ampliación de derechos, la obra pública, la Billetera, el boleto gratuito, el plan Incluir y otras cosas más. En la provincia el Frente de Todos ganó en los departamentos Garay, San Lorenzo y Rosario. Estos dos últimos tienen un perfil industrial importante y es donde empezó a dar sus frutos la política del gobierno nacional. Allí la gente recuperó y formalizó empleo, recuperó poder adquisitivo.
-Pero perdió en otros departamentos donde están las empresas que lideran la recuperación industrial, que son los del oeste de la provincia.
-Pero son empresas que están vinculadas al sector agropecuario, con el que el peronismo no pudo resolver el vínculo desde el 2011, cuando Cristina ganó la elección presidencial. No pudimos construir un acuerdo. Alguien o muchos tendrán que dedicarse a recomponer un acuerdo con el sector productivo de esa región. Y creo que eso es lo que tiene que venir en el marco del acuerdo entre el gobierno, las empresas y los trabajadores.
-Rosario y San Lorenzo son probablemente los dos departamentos donde la violencia está más presente en la provincia. ¿Haber ganado allí es un mérito de la estrategia del Frente de Todos o de los candidatos de esos departamentos?
-Es un dato no menor pensar que donde mejor nos fue es en la zona donde la inseguridad está más presente. Poniendo todos los elementos en una balanza, puede haber sido consecuencia de la estrategia que definieron los candidatos de esos departamentos, más vinculada a lo que decía al principio de la entrevista, a la producción y el empleo. También puede ser que, salvo quienes fueron afectados directamente, la comunidad esté entendiendo que la provincia está haciendo un esfuerzo para resolver el tema, más allá que falten resultados. No quiero poner excusas, pero hay tres proyectos de ley en la Legislatura sobre el tema seguridad. Hay que entender que la legislación que hoy rige a la policía es de 1975.
-¿También puede estar vinculado al sistema electoral?
-Este sistema electoral no me deja totalmente de acuerdo. Entiendo que tiene la posibilidad de que todo el mundo participe, pero se personaliza mucho y va más allá de las propuestas y los proyectos. Cuando se encuesta, en Argentina se pregunta por los nombres propios, y en Uruguay, para no irnos tan lejos, por los partidos, más allá de los candidatos. Y se votan las propuestas, más allá de los candidatos. Creo que a este sistema tenemos que mejorarlo, no derogarlo, tenemos que empezar a pensar en recuperar de la idea de las propuestas. No tengo nada contra nadie, pero la construcción política es colectiva y por eso ganamos en 2019. Logramos en provincia y Nación que se sienten todos los espacios detrás de un objetivo, que era recuperar los gobiernos nacionales y provinciales.
-¿Eso se rompió?
-En parte. Creo que las Paso nuestras han sido muy duras; más allá de que recorriendo la provincia advertí que las diferencias en el territorio no eran tantas, los militantes trabajaron todos juntos. Puede estar más roto en la superestructura que en la base, pero influye. Pero esto se ha roto y nos hace reflexionar a futuro.
-Todos te reconocen el haber sido uno de los arquitectos de la unidad del peronismo en la provincia. ¿Las condiciones hoy son más difíciles?
-Para mi son más difíciles, pero cuando asumimos en el partido en 2016 las condiciones no eran muy distintas. Las diferencias fueron cediendo, hubo un trabajo de diálogo y consenso, nos ayudó el partido nacional, que hizo lo mismo. También significó mucho la incorporación de otros espacios al Frente de Todos. Quizás ahora las dificultades son mayores, porque lo son todas cuando estás en el gobierno.
-Necesitarían gestos generosos de los dirigentes que integran la superestructura.
-Totalmente y las vamos a pedir. Después de esta semana de catarsis, la que viene vamos a convocar al consejo directivo y a las departamentales para analizar lo que sucedió y definiremos los pasos a seguir. Pero tenemos que volver a esa construcción colectiva de unidad. Si no, estamos complicados. Tenemos que resolver la cuestión interna, la crisis que podemos llegar a tener por la derrota y por las diferencias. De lo contrario, va a ser muy difícil llevar adelante la misma estrategia de 2019.
-¿También en las elecciones provinciales van a tener que enfrentar una estrategia similar a la nacional, polarizada entre dos frentes, que es la que a la oposición mejor resultados le dio?
-Va por ese camino. Creo que muchos dirigentes de la oposición están pensando en como terminar con la elección de tercios y volver al bipartidismo. En ese escenario creo que van a quedar dos espacios definidos: uno, el que expresan Dionisio Scarpín, Carolina Losada, Cambiemos. Y otro, el que construya el peronismo con otros sectores más progresistas.
-¿No creen que el peronismo también tiene que recuperar una parte del votante de centro – derecha que históricamente lo acompañó y que perdió por distintas razones?
-Omar es una de las figuras capaz de lograrlo, porque cuando fue candidato lo votaron a él. Tal vez por las decisiones y la estrategia que se adoptaron en la provincia se lo vinculó mucho con lo nacional, algunos acuerdos que se dieron que pudieron llevar a pensar que estaba un poco más “pegado” al gobierno nacional. De todos modos, hay que entender que es muy difícil provincializar estrategias, porque de una forma u otra este es un país unitario.
-También provincializar una elección nacional es un camino que muy pocas veces se transitó en la provincia, porque en éstas se discute otra cosa que la gestión local.
-Además es muy difícil de lograr, porque sobre el electorado influyen hasta los medios nacionales. Al sector productivo de la provincia le va muy bien y si ves la televisión crees que están todos fundidos. Entiendo que tenemos que defender nuestra identidad, los intereses de la provincia en el Congreso, pero es muy difícil despegarse de lo nacional pensando una provincia autónoma. A lo mejor se puede, yo no sé como es.
-Después de las PASO hubo una presencia mayor del gobierno nacional en la provincia, con el anuncio de obras muy importantes, como las dos plantas potabilizadoras de agua en Santa Fe y Rosario, los accesos a la ciudad, el plan Circunvalar. Probablemente se haya hecho tarde.
-Para estas elecciones, sí. Porque la crisis post PASO generó un cambio de gabinete donde aparecieron figuras como Julián Dominguez, que conoce el país y el sector que está bajo la órbita de su ministerio; Daniel Filmus; Aníbal Fernández, que conoce bien el territorio, ni hablar de Juan Manzur. No creo equivocarme, pero hay más de 40 mil millones de pesos en obras públicas de inversiones nacionales en la provincia, por lo que hasta podríamos decir que Santa Fe tiene una relación privilegiada con la Nación.
-Con estos resultados ¿cómo ves los próximos dos años para el peronismo nacional y provincial?
-Yo soy optimista. Tenemos que tener en cuenta que tanto Nación como Provincia gobernaron en el marco de una guerra, la pandemia fue nuestra posguerra. Y a los oficialismos no les iba bien, salvo a aquellos que reconstruían las infraestructuras. Por eso soy un optimista, porque creo que el país va a crecer al doble de lo que dice el presupuesto. Lo que tenemos que discutir es que ese crecimiento les llegue al 40 % de pobres porque se profundizó la brecha entre los que más y menos tienen. El problema del trabajo informal hay que resolverlo. Si no, vamos a generar reactivación, vamos a crecer al 8%, y los pobres van a seguir siendo pobres. Creo que el gobierno nacional y también el provincial están en condiciones de otorgar alguna mejora a través de las políticas públicas.
-No solo los pobres. Un asalariado medio, en blanco, no llega a fin de mes si tiene que pagar el alquiler.
– Es un deber del peronismo resolver esta situación; no nos podemos bancar tantos pobres. Si no resolvemos la inflación, la pobreza y el trabajo informal, tengo hasta temor de que tengamos un crecimiento importante y los mismos problemas.
-¿Crees que todas las buenas medidas que tomó el gobierno no fueron bien mostradas, como expresaron algunos candidatos?
-Hay cosas que están funcionando muy bien, como las obras públicas, que generan empleo y movilizan la economía. Pero hay que apostar también al aumento del consumo de las mayorías. Y otro problema: tenemos una parte de la sociedad que no está bancarizada y no puede acceder a las medidas de apoyo que toma el gobierno. Son quienes viven de la changa, el trabajo informal, etc. Creo que los efectos de estas medidas están llegando, pero después de estar un año y medio encerrados, y con todas la situación que vivimos, demora. Si las elecciones hubieran sido en marzo del año que viene creo que el resultado sería a nuestro favor, porque la reactivación va a sentirse en el bolsillo de la gente.
-¿Autocrítica?
-Asumo mi responsabilidad como presidente del partido por lo que no hicimos, no pudimos o no supimos hacer. Me parece que el peronismo por primera vez privilegió las PASO y se olvidó del verdadero adversario. No digo que esté mal, pero me preocupan las consecuencias. La segunda es que caímos en la trampa de privilegiar la comunicación por las redes y los medios y al territorio lo abandonamos, lo ocupó otro espació. Lo que sabemos hacer nosotros no lo hicimos como correspondía. Perdimos la calle. Finalmente, hubo un nivel de confianza porque teníamos para mostrar una gestión interesante, que la gente banca. Pero usamos estrategias y metodologías para una realidad que es distinta.
-¿Distinta en qué sentido?
-Por ejemplo, el niño o el joven que no tuvo clases un año y medio hasta pasa a ser un problema no económico, no se que está necesitando. Y a eso no lo supimos interpretar en esta nueva realidad. Veremos a partir de la semana que viene como resolvemos esa situación.
Fuente: El Litoral