Vecinos de calle Roque Sáenz Peña se quejan por el deterioro de la calzada.
Los frentistas del sector que comprende desde calle Lisandro de la Torre hacia el sur elevaron el tono de sus reclamos a la gestión municipal que encabeza la intendente Paula Mitre.
En tal sentido, hicieron visible su malestar con fotos y videos enviados a la redacción de InfoVera que muestran a las claras el motivo de sus demandas.
Es que Roque Sáenz Peña se convierte en un lago cada vez que llueve y luego deben transcurrir varios días para que el agua drene, se escurra o evapore.
El ripio con que contaba esa arteria que comunica (o intenta hacerlo por lo menos) al sector sur con la zona del centro es solo un buen recuerdo. Ya no queda casi material pétreo sobre la traza, que volvió a ser de calzada natural.
El municipio publicitó hace un par de meses que trabajadores y máquinas municipales arreglaron el ripio de la calle, pero los vecinos revelaron que solo fue en una cuadra: de Lisandro de la Torre hasta Corrientes.
La transitabilidad es muy dificultosa en el tramo mencionado, el agua queda porque tampoco funciona bien el drenaje de los excesos pluviales.
Todo tiene que ver con todo. Este año, el gobierno municipal redujo en un 40 por ciento el presupuesto para desagües pluviales, que paso de 5 a 3 millones de pesos. Los resultados están a la vista, Vera se inunda peor que antes.
Está a las claras que no fue una medida acertada, y además, por lo visto en esta última contingencia climática con anegamientos en toda la ciudad, parecería que esa partida está siendo subejecutada.
