Con proyecciones matemáticas basadas en la intensidad de contagio del Covid-19 en la ciudad, científicos santafesinos recomiendan organizar con anticipación las reuniones familiares del 24 y 31. “Si se van a encontrar con personas de riesgo, no deben juntarse 10 días antes con otra gente”.
Hasta ahora no fallaron. Sus primeras proyecciones fueron acompañadas por algunas medidas de restricción que tomaron las autoridades y la pandemia avanzó en la capital provincial, pero de modo medianamente controlado.
Ahora, con la apertura de la mayoría de las actividades y cierto relajamiento de los ciudadanos, los investigadores del Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (Imal) dependiente del Conicet piden a la población que tome una precaución simple antes de las tradicionales fiestas de fin de año.
“Sería ideal que todos realicen un autoaislamiento de 10 días antes de las fiestas, es decir, que eviten encontrarse con más gente para tratar de ser uno un menor factor de riesgo para su familia”, resalta casi como una súplica Hugo Aimar, el investigador de Imal a cargo de hacer las proyecciones.
La recomendación es en especial para quien tenga planificado reunirse con personas que integran los grupos de riesgo: adultos mayores de 60 años, o quienes tengan comorbilidades previas, como afecciones cardíacas o pulmonares, sistemas inmunitario debilitados, obesidad grave o diabetes.
Este mismo consejo es el que están dando en Buenos Aires las autoridades del Ministerio de Salud: una especie de cuarentena para llegar sanos a Navidad y Año Nuevo. Se sabe que diciembre es el mes de las despedidas. “El esfuerzo hay que hacerlo ahora, estamos justito a 14 días de Navidad”.
Qué muestran las curvas
Desde que comenzó la pandemia, el departamento La Capital registró unos 24 mil contagios. El modelo matemático actualizado muestra que, de seguir la sociedad con el mismo comportamiento actual, pasadas las fiestas -para el 5 de enero- podría llegar a haber más de 28.500 (curva roja). En cambio, si se toman medidas de autocuidado, podrían ser 2 mil menos (curva verde). “Lo que hay que pensar que en esos 2 mil casos de diferencia puede haber un abuelo o un padre”, remata Aimar.
El Litoral (www.ellitoral.com)