Fue esta madrugada en un barrio de las afueras de la ciudad. Estaban muy asustados, descalzos y con frío, y relataron escenas de violencia familiar. Se investigan abusos.
Eran alrededor de las 2:30 de la madrugada de este martes cuando Rosa Báez fue despertada por un vecino que la alertó sobre la presencia de personas en la sede vecinal del barrio La Loma.
La presidenta del centro barrial ubicado en el extremo sur de Reconquista llamó de inmediato a la policía y, acompañada por su nieto, acudió presurosa al salón para ver qué ocurría.
Al llegar, junto con la policía, dio con una escena inimaginada, conmocionante: dos niños habían ingresado al local buscando refugio aterrados por la situación de violencia familiar a la que su padrastro había sometido a su madre en la casa donde viven.
La titular del espacio vecinal comunitario lo contó en las redes: “Me despertaron diciéndome que había alguien en el salón de la vecinal. Llame a la policía y con mi nieto fuimos para el salón. La policía me dijo ‘queremos que nos abra el salón’, abrí, los policías entraron a revisar todo y en uno de los baños encontraron dos chicos, una niña y un niño”.
Báez continuó con su exposición del hecho y dijo que “los dos estaban muy asustados. No eran del barrio, tan asustados que ni el nombre nos podían decir. Preguntamos de qué barrio eran, tampoco sabían decirnos”.
“Nos dijo ‘mi mama nos echó, mi padrastro le estaba pegando y ella nos echó’”, narró la dirigente barrial que alcanzaron a explicar los inocentes.
Luego, describió que “el más chiquito entró al salón por las rejas y abrió la ventana para que entrará su hermana. Después nos dijo la nena que el padrastro abusaba de ella. ¡Claro, pobres angelitos, quien va a querer volver así!”.
“Espero las autoridades den una solución a estos dos chiquitos. La nena dice tener 15 años, pero no parecía tener esa edad. Solo espero una solución para ellos. Con miedo, descalzos y con frío, así estaban”, completó.
En el caso tomó intervención la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.