La Cámara alta dio un fuerte gesto político y condenó las expresiones del titular de Seguridad que relacionaron a los senadores con vinculaciones “de desestabilización social”. En los fundamentos de habla de la “intromisión” del Ejecutivo en el Poder Legislativo.
Se agotó la paciencia entre los senadores. Tras una reunión del senador Armando Traferri con el gobernador Omar Perotti se aprobó una fuerte declaración, que se hizo leer durante la sesión. Crédito: Prensa Senado Santa Fe
La Cámara de Senadores manifiesta su enérgico rechazo a las manifestaciones vertidas por el Sr. ministro Marcelo Fabián Sain, titular de la cartera de Seguridad dependiente del Poder Ejecutivo Provincial, respecto de cualquiera de sus miembros a título individual y del conjunto de los representantes que la integran, como institución de la democracia constitucionalmente perteneciente al ámbito del Poder Legislativo y siendo los mismos titulares de un mandato electivo renovado por la sociedad en cada acto comicial, considerando que tales expresiones por su sistemática realización y palmario contenido agraviante constituyen una afectación directa a la institución legislativa, al mandato popular que revisten sus miembros y a las garantías de normal desempeño del mismo”.
En los considerandos expresa que “se han reiterado” las expresiones del funcionario que “aluden expresamente a miembros de la Cámara de Senadores y los vinculan a hipotéticas conductas de desestabilización social y/o institucional”.
Tras advertir que expresiones de este tenor “no constituyen un accionar novedoso por parte del citado funcionario del Poder Ejecutivo, sino que implican una modalidad reiterada y sistemática de menoscabo a esta institución democrática del ámbito legislativo, por medio del ataque directo a sus miembros promoviendo el descrédito personal y funcional de los integrantes de la Cámara”.
“Resulta necesario –sigue- resaltar que tales conductas, alejadas de las mínimas exigencias de responsabilidad y buen criterio que deben prevalecer en quienes ostentan un cargo público, constituyen en los hechos una afectación directa de las condiciones de desempeño legislativo, intromisión grosera de la esfera del mismo y promoción de un contexto de crispación de la labor de esta Cámara ya que inducen al descrédito social y resultan impropias de cualquier funcionario, desde el rango más bajo hasta la cúspide de la jerarquía orgánica como es el caso del ministro de Seguridad de la Provincia”.
“La gravedad de las manifestaciones, la reiterada insistencia y profundización de las mismas en cada oportunidad en que el titular de la Cartera de Seguridad tiene acceso a los medios de difusión masiva y la falta de rectificación o retractación del mismos o expresión por parte del Poder Ejecutivo Provincial indicando expresamente su respaldo a la institucionalidad de otro poder del Estado (en la persona de sus miembros democráticamente electos por mandato popular), hacen pertinente una toma de posición contundente por parte de esta Cámara en su conjunto que resguarde la representación constitucional que reviste y que llame a la reflexión profunda del funcionario citado respecto a una conducta, no solo impropia, sino de peligrosa y perniciosa incidencia en la vida democrática”, concluye el documento.
