Comunicado del Obispado de Reconquista.
En este último año nos encontramos viviendo una realidad inesperada, una realidad que nos preocupa a muchos: la pandemia del Covid 19, la cual despertó en nosotros miedo e incertidumbre al contagio.
Este virus es un agente de contagio que por el momento no tiene una solución cercana y que no tiene en cuenta la condición social, quedando la vida de cada ser humano vulnerable.
Desde la medicina nos han dado muchas recomendaciones para cuidarnos entre todos y hacerle frente al virus.
Sin embargo, los contagios que se vienen sucediendo y se encuentran cercanos en nuestra región, afectando a hermanos nuestros. Se corre el riesgo de que el semejante se transforme en un prójimo ajeno y peligroso, rechazado y asociado a otros prejuicios.
Frente a esta situación, es necesario tomar una actitud cristiana hacia nuestros hermanos, poniéndose en el lugar del otro, de manera solidaria, empática, evitando ciertas acciones que pueden dañar su integridad, evitando hacer comentarios o compartiendo información privada que solo genera más distanciamiento y acrecienta el prejuicio hacia quien puede necesitar ayuda.
Como sociedad y como Iglesia es necesario recordar que la actitud frente al hermano que puede padecer este virus tiene que estar marcada por la solidaridad para con el que sufre.
Más que nunca, en este momento es preciso recordar la invitación evangélica que nos hace Jesucristo misericordioso frente al hermano enfermo: acercarnos con amor, evitando la difamación, atendiendo su necesidad.
Recordamos las palabras del Papa Francisco: “Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. No podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino únicamente juntos porque nadie se salva solo”.
Volvernos más humanos con el prójimo en medio de esta tormenta para buscar el bien de todos, acompañando a los que sufren.
Que María, madre nuestra, mujer atenta, nos acompañe y ayude a tener actitudes de apoyo y cuidado hacia los demás.
Área de Comunicación – Obispado Reconquista