
Con la presencia del obispo Ángel José Macin.
La imagen fue tarea del artesano Tomás Franzoy, en algarrobo y del mismo tronco del que fue tallado el Cristo que preside la Iglesia desde hace casi dos años y el artista plástico verense Leonel Alcaraz fue el encargado de pintarlo
La ceremonia fue presidida por el obispo diocesano Ángel José Macín, secundado por el párroco Carlos Degiusti y con un templo repleto.
El párroco destacó que el Cura Brochero “es de la misma madera del Cristo”.
El artesano Tomás Franzoy dijo que “en esta vocación que nos da Dios de ser artista y poder transformar un tronco seco de madera en una figura que invita a la oración, a la contemplación y lo lindo que es para nosotros que somos humildes artistas”.
“Estaba pensando, y me da curiosidad, en qué hará el creador en el último momento nuestro de la transfiguración cuando nos lleve a la plenitud”, agregó.
“Lo que es un misterio y nuestra esperanza creer que hay un artista mucho más grande que nosotros y que va a hacer de esta materia algo grandioso”, concluyó.
También Leonel Alcaráz explicó la técnica y el color preciso elegido “para reflejar su piel curtida por el sol, que no parezca un maniquí, pero que realce su figura, lo que fue todo un reto”.
También agradeció “la confianza en invitarme para esta tarea y es un honor que una obra mía este en la Iglesia”.
Hubo semblanzas y canciones en la parte final de la ceremonia que culminó con la imposición, sobre cada uno de los fieles, de una réplica del poncho por la salud de los enfermos.
Letyana Press