
La firma damnificada es la ganadera Los Moros. El titular de la firma estimó el daño en 6 millones de pesos. El dueño de otro campo había comprado los animales a otro productor, que adulteró marcas y señales. La causa no tuvo avances y los implicados siguen en libertad.
Hace más de una semana, Nicolás Gabriel denunció que un peón de su campo halló 9 animales vacunos en otro establecimiento, con marcas y señales adulteradas.
Este contador de 36 años con domicilio en CABA, apoderado legal de la firma ganadera Los Moros, propiedad de su familia, cuyas tierras se ubican en el kilómetro y funcionan bajo el nombre de El Bonete, estimó el daño causado por el abigeato en 6 millones de pesos.
El campo posee unas 7.800 hectáreas aproximadamente y está destinado a la cría de ganado vacuno, con unas 1.500 cabezas de distintas categorías.
Gabriel expuso en sede policial de Los Pumas el encargado del campo -de apellido Alegre- fue a buscar agua al campo de Weber y se sorprendió al observar que en el lugar había unos 9 animales vacunos que serían propiedad de la firma, todas vaquillas de unos 190 kilos cada una.
En su denuncia, el profesional dio cuenta que la firma que encabeza “no vendió animales vacunos de este establecimiento desde hace aproximadamente cuatro meses, tampoco se venden de la categoría vaquilla y solo se vende a frigoríficos”, por lo que decidió entrevistarse con Weber para interpelarlo por la presencia de su hacienda en ese campo.
Al relatar los hechos, Gabriel reseñó que Weber se excusó alegando que a esos los animales se los habían vendido, y que pudo comprobar a simple vista que las vaquilolas tenían adulterados sus señales con corte a cuchillo, que habían perdido las caravanas y que aparentemente las marcas estaban encimadas.
Los animales se encontraban encerrados en el corral que existe en el campo de Weber, aseguró.
En el avance de la investigación, Los Pumas recibieron la orden de la fiscal de turno Georgina Díaz Georgina de secuestrar preventivamente los vacunos y entregarlos en depósito judicial al denunciante.
Anormalidades
En consecuencia, los agentes rurales se hicieron presentes en el predio rural denominado Los Patos, propiedad Hugo Weber, de 46 años, quien no opuso reparo para el ingreso. Fue en ese momento que Los Pumas junto al denunciante y su peón constataron anormalidades en señales y marcas y procedieron al secuestro de las 9 vaquillas.
Más tarde, el fiscal Nicolás Maglier ordenó que se indagara a Weber a fin de determinar en forma fehaciente el vendedor de la hacienda. El productor hizo su descargo y contó que el viernes 14 de febrero fue a su campo a quien conoce como O. S. a buscar agua por la sequía y le consultó si quería comprar entre 9 y 11 vaquillas.
Weber dijo que asintió y fue así que el jueves 20 de febrero, O. S. arribó con su camioneta Amarok, con un tráiler de color naranja y blanco que transportaba los animales en cuestión, y agregó que le llamó la atención que le pidieran una garrafa para calentar las marcas debido a que iba a contramarcar ahí nomás, cosa que “me llamó la atención”.
En esa línea, el comprador de los animales robados dio detalles de la operación. Reveló que acordó con S. que como no le había llevado el Dte no le iba a dar los 2.600 pesos por kilo en pie sino 2.200 pesos, por lo que le transfirió 2.000.000 pesos en ese momento y el día viernes 1.671.800 pesos más.
Si detenciones
Varios días pasaron desde le venta ilegal del ganado y otros tantos desde que Los Pumas aclararon el hecho. Pero aun así, y con las pruebas fehacientes para incriminar a los sindicados como responsables del delito rural, al día de hoy los fiscales del MPA no lograron avanzar con detenciones e imputaciones.