Este joven peón rural de 26 años acaba de ganar el festival de doma en La Sarita que ahora le brinda la oportunidad de participar en Cayastá, el 10 de diciembre, buscando el pasaporte para la fiesta mayor en Jesús María.
La doma es una pasión que se despertó desde muy chico y. a pesar de sus riesgos, “me hace muy feliz por eso estaba tan impaciente por llegar a los 18 y empezar a competir”.
Su especialidad es “basto y encimera”, reconoce que es la categoría más peligrosa pero “es en la que más seguro me siento”, dijo también que prefiere los potros más rápidos qué son más exigen a la rienda, “cuando más rebelde y resistente mejor”, señala.
Acompañado por Sergio Sánchez, fue recibido por el senador Osvaldo Sosa quien se interesó por su historia y se comprometió a acompañarlo en su sueño de llegar al máximo escenario que tiene la doma en Jesús María.
Fabricio le contó al senador que vive de changas y muchas veces debió viajar “a dedo”, pasar frío, volver triste y con sueño por no poder competir porque las montas se asignan por sorteo “y no siempre te toca”, entonces el regreso “se hace largo”.
Su historial registra varias caídas, tiene en su haber “siete fracturas y una rotura de ligamentos” que lo llegaron a temer por su futuro pero lo ayudó la pandemia, la inactividad de ese tiempo lo obligó a estar quieto y eso contribuyó a su recuperación para volver a montar.
Todo indica que está ante la oportunidad que siempre buscó, ya no está en soledad y eso lo predispone a aprovecharla al máximo.
El senador Sosa dispuso que se dispongan los medios que garanticen la participación de Fabricio en los próximos eventos.
Letyana Press