La Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz (FUNDAPAZ) cumplió medio siglo de trabajo en el norte del país acompañando a poblaciones campesinas e indígenas, en la búsqueda de un desarrollo rural integral.
Nació un 14 de julio de 1973 en Vera, norte de Santa Fe, de la mano del obispo Juan José Uriarte y de la participación activa de Silvia y Jorge Pereda, preocupados por el creciente nivel de pobreza que se presentaba en la zona al cerrar la empresa británica La Forestal.
En un clima de época inspirado por el Concilio Vaticano II y propuestas populares de promoción humana, FUNDAPAZ dio sus primeros pasos vinculando directamente con las familias, mediante visitas de agrónomos y promotores radicados en el territorio. Con el tiempo fue asesorando y acompañando a grupos de pequeños productores, mujeres, apicultores y artesanos; hasta llegar a trabajar de manera articulada, con más de 100 organizaciones reunidas en el Encuentro de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Norte Argentino (ENCONA).
FUNDAPAZ se fue adaptando a los cambios y a nuevos desafíos, afianzando su trabajo regional e internacional. Hoy, mediante el sostenimiento de equipos radicados en las diferentes zonas, desarrolla su labor enfocada en el fortalecimiento socio organizativo, el acceso a los bienes naturales y la promoción de producción sostenible; el empoderamiento de indígenas, mujeres y juventudes; y la difusión de las voces de las poblaciones que acompaña y de las actividades que realiza, por medio de la implementación de estrategias de comunicación.
Para celebrar este cincuentenario, la entidad programó una jornada en Las Gamas el viernes 28, el sábado 29 habrá un homenaje al matrimonio Pereda en Espín y luego se procederá a la inauguración de las nuevas oficinas de calle Moreno al 1600, en la ciudad de Vera.