Hay caminos que necesitan más atención para que perduren y los productores puedan sacar la producción.
Las últimas leves precipitaciones registradas alentaban a la zona rural de la Cuña Boscosa. El pastajes y los cultivos empiezan a reverdecer con los milímetros caídos, también, el ganado se beneficia con la recarga de aguadas; en una zona que viene padeciendo la sequía desde hace un tiempo considerable, impactando negativamente en el sector productivo tanto en el ganadero, el agro y a los que trabajan con la madera.
Pero lo que preocupa a los vecinos en general, y productores en particular del distrito Fortín Olmos, es cómo lluvias de 20/30 milímetros, afectan la transitabilidad para sacar su producción por el abandono que presentan tanto los caminos comunales como el de la ruta provincial 83S, esta última arteria, que une varios pueblos y parajes por la que -además- muchos de sus habitantes deben comunicarse diariamente por razones laborales, de salud, educativas.
Puntualmente, transitar en a mediado de octubre -con un acumulado de no más de 45 milímetros de lluvia- de la 83S hacia el paraje El Histórico o El Campanal fue complicado; caminos de huellas, angostos, prácticamente para una sola mano. Y sobre la 83S, entre Fortín Olmos y el paraje Km. El 89, con menos de 30 milímetros, el camino presentaba una cortada, que obligaba a los vecinos que llevaban sus hijos a la escuela, al centro de salud en motos o vehículos livianos, cruzar de a pié o intentar otros atajos para llegar a destino, ni mencionar los que tienen que sacar la producción por estas calzadas.
Vecinos de la zona, apuntan que esta situación se da porque los responsables de mantener estas arterias -comunal y provincial- no aprovechan los tiempos que les brinda la sequía para hacer los trabajos viales correspondientes para optimizar los caminos; teniendo en cuenta, sostienen, que ellos pagan sus respectivos impuestos para que el mantenimiento del camino se concrete, y se resignan a pensar que el abandono se da porque todos ellos no son votos suficientes como para tenerlos en cuenta, entonces -sostienen- prefieren dedicarse a donde hay mayor concentración de habitantes; aunque sí estiman que las respectivas partidas de dinero para el mantenimiento de los caminos comunales y provincial están contemplados en los presupuestos y gastos.
Sobre el trazado de la ruta 83-S el camino es angosto, bajo, sin zanjeo y las alcantarillas taponadas por el tiempo de desidia; así en todo su trayecto hasta el Km 101, que ya corresponde al distrito de Garabato.
En tanto los caminos comunales presentan el mismo panorama, pero con la menor posibilidad de ser atendido. Coinciden que así no se puede llevar adelante lo que tanto se declama por estos días sobre la educación, la salud y la producción.
Entonces, es un buen momento para que tanto la provincia, como el senador del departamento y los presidentes comunales de la zona, puedan gestionar e ir saldando sus palabras con hechos y cambiar esta realidad que perjudica a muchos de estos vecinos de la provincia, alejados de los conglomerados, que no son atendidos ni visualizados como debieran. Una situación que podría ser evaluada para el Programa Caminos de la Ruralidad que publicita el gobierno.
Fuente: El Litoral