El irrespetuoso e injuriante insulto de un patan a la imagen emblemática del busto de Eva Duarte de Perón, solo me lleva a pensar dos cosas:
La primera en lo penoso de una Sociedad que no hace suyos emblemas que hacen a nuestra identidad como Nación, porque Evita no es de los “Peronistas”, es de todos. Es, fue y será la representante de los sectores más desprotegidos, de los olvidados y de los carentes. No creo pues, que el o la maleducada que lo hizo, forme parte de sectores de bonanzas económicas, porque el estado de su vehículo habla por sí solo.
En segundo término, debemos y nos merecemos democratizar las almas y no el cerebro.
Esto implica que existen otros que tienen derecho a pensar diferente, a profesar distinto y a elegir lo que a mi no me gusta.
Amigos la intolerancia, la violencia y la discriminación solo nos ha llevado a ser lo que somos, un país en crisis moral e institucional, endeble frente al mundo y endeudado por generaciones, solo les pido que guardemos el odio y lo cambiemos por esperanza.
Porque los que se desgarran hablando de empatía son autores de estos improperios y constantes forjadores de “distancias” infranqueables que hoy separan al Pueblo Argentino…
“Viva el Cáncer” vuelve después de ocho décadas, a representar la más ominosa expresión de divisiones.
(*) Abogado y dirigente peronista
