Dos hechos pusieron nuevamente en evidencia la ausencia de controles municipales para la problemática del tránsito en la ciudad cabecera.
El jueves, en la esquina de Lisandro de La Torre y Roque Sáenz Peña, un menor de 15 años llevó la peor parte al colisionar en la moto en la que circulaba con un auto.
Primeramente, fue trasladado al Hospital Regional Vera, y luego, por las lesiones que presentaba debió ser derivado al Nuevo Hospital de Reconquista.
¿Qué hacía un menor no habilitado circulando con su moto por las calles de la ciudad? La pregunta solo puede tener una sola respuesta: la alarmante falta de controles de tránsito en toda la escena urbana.
Es visible además, en el día a día de la ciudad, que la obligación de usar casco cayó en desuso, y que es toda una rareza, un hallazgo, ver a algún motociclista con ese elemento de protección colocado.
Por otra parte, el lunes pasado ganaron espacio en las redes las fotos de un camión con acoplado estacionado frente a un edificio escolar.
“Me duele mostrar estas imágenes, pero desde el momento del aislamiento social se viene haciendo el reclamo, hoy con los niños en el jardín no podemos seguir permitiéndolo. Da mucha impotencia porque hay notas de reclamo ante las autoridades para evitar justamente estos momentos. Esperemos que haciendo visible el pedidol llegue a más oídos”, escribió una docente.
Con estos ejemplos palpables, puntuales, lamentables, es más que claro que el municipio no cumple con su rol de contralor y ordenador del tránsito, muesta una actitud esquiva hacia esta problemática que está desmadrada e invisibiliza un mal endémico que ya cobró vidas en esta ciudad.
