Dos bares de Vera decidieron por cuenta propia romper la restricción vigente e imperante por la Fase 3 y abrieron sus puertas en la noche de este jueves en Vera.
Se trata de un pub ubicado en plena calle San Martín, entre Houriet y Eugenio Alemann, que a las 19 anunicó en su cuenta de Instagram “estamos trabajando” y propuso “reservá tu mesa”, y otro situado en otro punto del centro. Al parecer, hubo un intento por sumar a otros bares para “abrir en masa”, pero finalmente no prosperó, pudo recoger InfoVera.
Ante la novedad de la violación del decreto municipal que prohíbe el funcionamiento de los locales gastronómicos con público, los propietarios de otros emprendimientos de la ciudad que permanecen cerrados desde el retroceso a Fase 3 pusieron el grito en el cielo y atestaron de llamadas denunciantes el teléfono de la policía.
No tardaron en arribar efectivos del Comando y procedieron a ordenar el cierre en medio de la sorpresa de ocasionales clientes que se animaron a concurrir, quizás creyendo que estaban habilitados.
El procedimiento fue llevado a cabo por la policía, cuando en realidad es competencia del gobierno municipal a través de la Secretaría de Control Público.
Pero, a la noche no quedó un solo inspector recorriendo y controlando el cumplimiento de los protocolos; y ni que hablar del titular del área, el secretario Juquich, sobre quien desde la fuerza de seguridad apuntaron que no atendió el teléfono en ningún momento.
“Les correspondía actuar a ellos, no a nosotros”, fustigaron, cansados de tener que cumplir el rol que le cabe al municipio, y de lo que consideran un actitud constantemente evasiva del funcionario.
La escandalosa falta de presencia del gobierno municipal – que lidera la ingeniera Mitre – en lo atinente a hacer respetar los decretos vigentes, los protocolos de Covid de la prorrogada Fase 3, ya dejó de ser una novedad para convertirse en un hecho usual, consuetudinario, bochornoso.
Lamentable, penosa y peligrosamente, si por la gestión municipal fuera Vera sería tierra de nadie. Lo ocurrido esta noche, de inusitada gravedad en una ciudad que busca frenar la ola de contagios, es prueba suficiente de ello.