El fiscal Gustavo Latorre explicó que había cuatro niveles.
“La investigación se inició en diciembre del año pasado, a raíz de apuestas ilegales que se realizaban a través de medios electrónicos y telefónicos en un bar de la ciudad de Vera”, informó el fiscal Latorre. “Con personal del Organismo de Investigaciones (OI) del MPA y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) se realizaron diligencias que permitieron individualizar una organización delictiva dedicada al juego clandestino a través de la página web Aconcagua Poker –que estaría registrada y radicada en España– que habilita a usuarios a realizar apuestas de dinero”, agregó.
El fiscal del MPA también explicó que “a las personas que apostaban se les instalaba una aplicación en algún dispositivo tecnológico y se les creaba un usuario. De esa manera, accedían al sitio web y podían apostar”.
Precisó que “para poder jugar, los usuarios eran contactados por personas que integraban un tercer nivel dentro del grupo delictivo. Se los denominaba ‘cajeros’, y eran quienes les cargaban crédito a los usuarios, en función del dinero en efectivo que esos usuarios les pagaban”.
“Un eslabón más arriba que los ‘cajeros’ estaban los encargados de llevar la contabilidad o facturación de las cuentas virtuales de cada uno de esos ‘cajeros’. Estos operadores eran una segunda línea en la asociación ilícita, operaban desde Rosario y se ocupaban de realizar la facturación, controlar el movimiento de dinero y la recaudación final y también tenían a su cargo todo tipo de trámite administrativo”, detalló el fiscal.
Por último, dijo que “había una cuarta línea que estaba integrada por personas que generaban los usuarios y las contraseñas; realizaban encargos y concretaban tareas operativas que eran pedidas por los ‘cajeros’”.
Latorre también hizo hincapié en que “las evidencias recolectadas nos permiten afirmar –en esta instancia procesal– que había funcionarios policiales que operaban para facilitar los ilícitos” y añadió que “dos de ellos eran ‘cajeros’”.