La menor de 14 años fue asesinada luego ser torturada en una casa abandonada del barrio Carmen Luisa, de Reconquista. Estaba embarazada de 2 meses. Cuatro de los acusados son mayores.
En una audiencia, la jueza penal Claudia Bressan ordenó disponer la apertura del juicio contra Pascual Eduardo Fagundez, Leonardo Gastón Godoy, Juan Daniel Godoy y Brian Carlos Altamirano por los delitos de homicidio cuádruplemente agravado por media violencia de género, por comerterse mediando alevosía, por la intervención activa de menores de edad y por ser crímines causae – para ocultar otro delito -, todo en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por se cometido por dos o más personas y por la intervención de dos menores de edad, reiterado (dos hechos), y con amenazas.
La magistrada admitió como partes a los mencionados sometidos a proceso, a la defensora Dra. María Noel Severo, al representante del Ministerio Público de la Acusación interviniente, Dr. Aldo Héctor Gerosa, y las querellas de Elisabeth Vera, las ONGs Democracia Directa, “Movimiento Ecuménico de los Derecho Humanos y Juanito Laguna,
representadas por los abogados Carolina Walker Torres y Matías Pautasso, y de Nilda Emilce Valenzuela, representada por las abogadas María Laura Tailleur, Mariana Beatriz Cisera, del Centro de Asistencia Judicial a la víctima.
Asimismo, declaró admisible las pruebas ofrecidas por las partes. El tribunal a intervenir será pluripersonal, conforme la pena peticionada.
“Maldad y crueldad infinita”
Minutos después de las 18 del lunes 17 de julio de 2020, el cuerpo son vida de Rocío Magalí Vera, de 14 años, fue hallado sin ropas y con signos de haber sido golpeada en un descampado del periférico barrio Carmen Luisa. Justo de detrás del local de una despensa abandonada llamada “Santa Rita”, un antro que ya había sido denunciado por los vecinos como lugar de venta y consumo de drogas.
Ocho fracturas en la cabeza, tres de ellas en la zona mala, maxilar y esfenoidal causadas con un palo de 60 centímetros, y un golpe en la región auricular asestado con un hierro; hemorragia por la nariz, lesiones externas, quemaduras de segundo y tercer grado, ya que cayó sobre un fuego con el que cocinaban un guiso; lesiones post mortem en los glúteos, producto de haber sido arrastrada; numerosas muestras de semen en el cuerpo por abusos sexuales reiterados dentro y fuera de la casa del horror.
Todo ese cúmulo de evidencias contundentes, además de los testimonios de los dos menores implicados y de exponer que la menor agonizó dos horas antes de morir, aportó el fiscal de la Unidad de Género de Reconquista, Aldo Gerosa, cuando el 18 de julio de 2020 imputó a los “probables autores” del brutal y aberrante femicidio de Rocío Vera, la menor de 14 años y embarazada de dos meses que fue hallada asesinada en la tarde del lunes pasado en un baldío del barrio Carmen Luisa.
En aquel momento, el funcionario reveló que la autopsia concluyó con que “la muerte de la niña fue producida por un traumatismo de cráneo encefálico con hemorragia del parénquima frontotemporal derecho. Hubo crueldad y maldad infinita”.